Este sábado, 13 de mayo, se celebró la gran final de la 67ª edición del Festival de Eurovisión. Una cita anual que reúne a millones de eurofans y es considerado uno de los espectáculos musicales más mediáticos de la televisión.
El festival ha sido transmitido desde 1956, recibiendo en 2015 el récord Guinness como la competición musical televisiva más longeva del mundo. Además, es el festival de la canción más grande en términos de audiencia, la que se ha estimado entre 200 y 600 millones internacionalmente.
La gala fue transmitida en directo, a través de RTVE y RTVE Play.
En esta edición 2023, Suecia se proclamó como el país vencedor del Festival gracias a Loreen y su canción Tattoo, un tema con tintes pop y dance que se ganó la preferencia del jurado.
Suecia ha ganado por segundo año consecutivo con un total de 583 puntos. En segunda posición, con 526 puntos, encontramos a Finlandia, con Käärijä y su canción Cha Cha Cha, y en tercer puesto, con 362 puntos, a Israel, con Noa Kirel y su interpretación de Unicorn.
Marco Mengoni con la canción Due vite por Italia se posicionó con 350 puntos, mientras Alessandra Mele con la canción Queen of Kings por Noruega logró 268 puntos.
Ucrania, Bélgica, Estonía, Australia, Chequia, Lituania, Chipre y Croacia figuraron tras el cuadro de los primeros diez ganadores.
España que era favorito sólo logró 100 puntos sorprendiendo a la audiencia, por no quedar entre los primeros.
Desde la primera canción hasta la última, cada actuación fue evaluada por un panel de jueces de alto nivel y votantes de todo el mundo.
Loreen, la radiante ganadora, ya es una vieja conocida de los eurofans, puesto que en su curriculum tiene el honor de haber ganado el certamen en el año 2012 en Bakú (Azerbaiyán) con su éxito «Euphoria».
Lorine Zineb Noka Talhaoui, conocida artísticamente como Loreen, nació en Estocolmo y desde muy pequeña supo que la canción era lo suyo. La cantante, que tiene ascendencia bereber marroquí, saltó a la fama en el año 2004 después de concursar en «Swedish Idol», un «talent show», en el que no ganó, fue cuarta, pero le sirvió como un auténtico trampolín.