El Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres de Filipinas presentó el parte de víctimas tras las torrenciales lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra, que desde el fin de semana pasado afectan extensas áreas al sur; la cifra de fallecidos se elevó a 44 personas este viernes.
Las autoridades no descartan la posibilidad de más decesos y desapariciones, tomando en cuenta que las condiciones climáticas siguen afectando varias zonas, sobre todo los territorios en los que se práctica la pesca.
Un total de 34 provincias se encuentran inundadas, y al menos diez regiones del país. Según el último reporte más de 509.349 personas resultaron afectadas por las inundaciones y 56.807 permanecen en albergues temporales.
Asimismo, el informe destaca daños de consideración en 4.522 casas y destrucción de más de 7.400 hectáreas de cultivos.
El ministro de Defensa y director del centro Nacional de Emergencias, Jose Faustino, informó que existe un Plan para la atención de víctimas, el cual contempla la entrega de comida, agua potable y otros enseres para ayudar a las familias que siguen en centros de evacuación, y en refugios temporales.
Filipinas es golpeada por entre 15 y 20 ciclones al año, lo que la posiciona como un territorio vulnerable a los impactos del cambio climático, y también a desastres como erupciones volcánicas y terremotos.
Gran parte de la población está asentada en las islas bajas de Filipinas, con más del 60% de en las zonas costeras, según datos del Banco Mundial, lo que aumenta el riesgo frente a los golpes de la naturaleza.