El ministro de Asuntos Exteriores de Finlandia, Pekka Haavisto, informó este jueves el cierre de las fronteras a los turistas rusos, aunque éstos tengan visado expedido en un país del espacio Schengen.
Haavisto destacó que esta medida será efectiva a partir de este viernes 30 de septiembre, ya que esta escalada migratoria sin precedentes puede causar "un grave perjuicio para la posición internacional de Finlandia".
Este país de Europa del Norte comparte una frontera con Rusia de más de 1.300 kilómetros, que se suma a otros países como Polonia, Estonia, Letonia y Lituania, cuyos gobiernos decidieron vetar la entrada a los turistas rusos a sus territorios hace dos semanas.
Expertos del área afirman que esta acción en conjunto busca restringir el flujo de ciudadanos rusos que entran a esas naciones, muchos de los cuales continúan viaje hacia otros destinos de la Unión Europea (UE).
A esto se le suma que UE prohibió los viajes aéreos desde Rusia, después que este país comenzara su “operación militar especial” en Ucrania.
Sin embargo, estas restricciones no afectarán a quienes viajen a Finlandia por motivos especiales, como visitar a un familiar, estudios, o por razones humanitarias. De igual forma, no aplicará para los diplomáticos rusos, quienes tengan permiso de residencia en el país, o los solicitantes de asilo político.
El Gobierno finlandés destacó que no se limitará el tráfico de mercancías.
La semana pasada se celebró en Praga, una reunión de ministros de Exteriores de la UE en la cual se acordó que cada país tendría autonomía para manejar restricciones a ciudadanos rusos, aumentando aún más las relaciones diplomáticas entre occidente y Moscú.
Anuncio de Putin
Más de 55 mil rusos han ingresado a Finlandia desde que el presidente Vladimir Putin, anunciara la semana pasada, la movilización de 300.000 reservistas para combatir en Ucrania.
Esta cifra supone un aumento del 86% en relación con los más de 29.000 ciudadanos rusos que llegaron a ese país, ocho días antes del anuncio del jefe de Estado ruso.
Según datos de la Guardia de Fronteras finlandesa, entre 7.000 y 8.000 personas cruzan cada día la frontera, la mayoría por el paso de Vaalimaa.