El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un capítulo de su Informe de Perspectivas Económicas y sobre Estabilidad Financiera Global y aseguró que las principales tensiones geopolíticas -como la rivalidad China-EEUU o la invasión rusa a Ucrania- están cambiando el flujo de las inversiones extranjeras directas y pueden acabar provocando pérdidas equivalentes a 2% del PIB mundial.
El organismo alertó que la fragmentación financiera derivada de la polarización tiene implicaciones importantes para la estabilidad financiera global, ya que afecta a la inversión transfronteriza, a los sistemas de pago internacionales y a los precios de los activos.
“Las empresas y los legisladores buscan cada vez más estrategias para hacer que las cadenas de suministro sean más resistentes trasladando la producción a casa o a países de confianza”, dijo el informe.
El informe subrayó que la fragmentación debilita las relaciones financieras entre países y los inversores apuestan menos por economías geopolíticamente distantes por lo que consideró que los Gobiernos deben “sopesar cuidadosamente” las motivaciones estratégicas detrás de la relocalización, los costes para sus propias economías y los efectos secundarios para otras.
El FMI invitó a los supervisores, reguladores e instituciones financieras a gestionar los riesgos para la estabilidad financiera derivados de un posible aumento de las tensiones.
“En respuesta a los crecientes riesgos geopolíticos, las economías que dependen de la financiación externa deben garantizar un nivel adecuado de reservas internacionales, así como reservas de capital y liquidez en las instituciones financieras”, agregó.