Los sindicatos en Francia mantienen las protestas que iniciaron en enero de este año, en contra de la reforma a las pensiones que impulsa el gobierno de Emmanuel Macron.
En un principio fueron solo los sindicatos, ahora se les ha sumado el transporte ferroviario, y otros sectores que se ven afectados por la medida, la cual se encuentra en trámite en el Senado desde la semana pasada.
En las carreteras, algunos sindicatos han pedido a los transportistas que «se detengan» para ralentizar los circuitos logísticos.
Asimismo, el transporte aéreo se ha sumado al rechazo social, uno de cada cinco vuelos se cancelará en París Charles-de-Gaulle, y el 30% de los vuelos se cancelarán en los aeropuertos de Niza, Beauvais, Orly, Burdeos, Lille, Lyon, Nantes, Marsella, Montpellier y Toulouse.
Además se han sumado protestas en el sector de la energía y la Central General de Trabajadores llamó al paro de las renovables en las refinerías.
En educación, la intersindical protagoniza protestas en las cuales hizo un llamado a «cerrar por completo escuelas, colegios, liceos y servicios» este martes y el Snuipp-FSU, el principal sindicato de primaria, anunció que más del 60% de los maestros de esa categoría estarán en huelga, refiere Telesur.
La CGT de Recolectores de Basura también se ha sumado una huelga que podría ser renovable a partir de este martes.
Además hay otros sectores que aseguran que podrán sumarse en las próximas horas, uno de ellos son los Uber.
Las encuestas de opinión muestran desde hace semanas que la mayoría de los votantes rechaza la reforma, que para 2030 elevaría la edad de jubilación en dos años, hasta los 64, entre otras medidas.
Un sondeo publicado por el diario económico ‘Les Echos’ reveló que el 61% de los franceses se opone a la reforma pensional. El rechazo ha sido tangible desde antes de que el proyecto fuera presentado, el pasado 10 de enero.