Luego que la Fiscalía denunciara al Fútbol Club Barcelona y a varios ex directivos por el pago de más de 7 millones de euros al ex árbitro José María Enríquez Negreira, cuando éste era vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA); un jurado ha admitido la denuncia. El club será imputado por los delitos de administración desleal, corrupción en los negocios y falsedad documental.
Tras varias investigaciones, la jueza responsable del caso afirmó que existen indicios de que los pagos, que se produjeron a lo largo de 20 años, tenían como finalidad garantizar buenos arbitrajes al equipo catalán.
Una primera medida, corresponde a la Guardia Civil quien debe analizar la documentación relativa a las sociedades de Enríquez Negreira y su hijo, después de que Hacienda localizara un entramado de siete sociedades a través de las cuáles se vinculaban los pagos al entonces vicepresidente del órgano de gobierno de los árbitros.
El informe del caso evidencia que también se encuentran imputados los expresidentes blaugranas Sandro Rosel y Josep María Bartomeu, así como los exdirectivos Albert Soler y Óscar Grau.
El mismo informe destaca que los pagos realizados a Negreira pretendían lograr “actuaciones tendientes a favorecer al FCB en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos que disputase el club, y así en los resultados de las competiciones”.
Por su parte, la Fiscalía sostiene que los pagos realizados no se correspondían con ninguna prestación de servicios o asesoramiento técnico real, como debe ser en la normalidad administrativa.
La investigación del caso será asumida por la Fiscalía Anticorrupción por tratarse de presuntos delitos relacionados con la corrupción de especial trascendencia. Se prevé que en los próximos días la Juez emita nuevas medidas y si existe alguna condena específica.