El funeral y la capilla ardiente de la reina Isabel II, realizado en septiembre del año pasado, tuvo un costo de 200 millones de dólares a las arcas públicas británicas, según estadísticas divulgadas por el propio Gobierno.
El Tesoro del Reino Unido, responsable del desarrollo y ejecución de las políticas fiscales y económicas del Gobierno británico, precisó que el monto total de este evento de Estado, en el que se decretaron 10 días de luto nacional por el fallecimiento de la reina, fue el primero de su estilo desde el funeral del ex primer ministro Winston Churchill en 1965.
La reina Isabel II estuvo 70 años al frente de la corona británica.
Durante el funeral, acudieron líderes mundiales y dignatarios, así como cientos de miles de personas que asistieron a Westminster Hall en Londres, para despedir a la monarca con más años en el trono.
El documento donde se detalla el costo de este funeral se publicó este jueves como parte de un comunicado del Parlamento.
Según el documento, el ministerio del Interior gastó casi la mitad del costo total, en concreto 91 millones de dólares, mientras que el departamento de Cultura, Medios y Deporte gastó 70 millones de dólares, destinados concretamente a la realización del funeral de Estado que tuvo lugar el 19 de septiembre.
“Las prioridades del gobierno eran que estos eventos transcurrieran sin problemas y con el nivel adecuado de dignidad, al tiempo que se garantizaba en todo momento la seguridad del público”, puntualizó el secretario en jefe del Tesoro, John Glen.
Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe, están sepultados en la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor.
Su hijo, Carlos III ejerce de rey desde el mismo instante del fallecimiento de su madre, aunque la coronación formal no tuvo lugar hasta este 6 de mayo.
