Los líderes de los países del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) alcanzaron un acuerdo este miércoles para el desembolso de 50.000 millones de dólares para Ucrania. Este financiamiento se realizará mediante el uso de activos rusos congelados, antes de finales de 2024, según anunció la presidencia de Francia.
Detalles del acuerdo
El acuerdo estipula que los líderes del G7 toman la decisión y luego los técnicos trabajan en darle forma legal y asegurarse de que cumple con las reglas financieras públicas y las capacidades de cada país. Esta inyección financiera se destinará a apoyar a Kiev en su lucha contra Rusia.
Activos rusos congelados como garantía
La idea de proporcionar hasta 50.000 millones de dólares en préstamos garantizados por los intereses de los 300.000 millones de euros (unos 324.000 millones de dólares) en activos del banco central ruso congelados por la Unión Europea y el G7, inicialmente no generaba consenso entre los países del grupo. Sin embargo, ahora se ha logrado un acuerdo.
Iniciativa estadounidense
El Palacio del Elíseo subrayó que esta era una iniciativa estadounidense. El préstamo está destinado a ser reembolsado con los ingresos generados por los activos rusos congelados.
Sin embargo, si estos activos se descongelaran o si los ingresos dejaran de ser suficientes para financiar el préstamo, se planteará la cuestión de repartir la carga entre los países del G7.
Apoyo continuo de la OTAN
El anuncio del G7 coincidió con la declaración del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien instó a los países de la Alianza a mantener un apoyo militar anual a Ucrania de al menos 43.000 millones de dólares. Esta cifra refleja el apoyo que han brindado a Kiev desde el inicio de la agresión rusa en febrero de 2022.
Implicaciones del acuerdo
Este acuerdo del G7 representa un compromiso significativo para apoyar a Ucrania financieramente en su conflicto con Rusia. La utilización de activos rusos congelados como garantía muestra una estrategia innovadora y, al mismo tiempo, plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de este apoyo en el futuro.
Los técnicos ahora tienen la tarea de formalizar el acuerdo y asegurar su conformidad con las leyes financieras y capacidades de los países involucrados. Este financiamiento es crucial para Ucrania y refleja la unidad del G7 en su apoyo a Kiev.