Defensora de los derechos de la mujer, los niños, y los indígenas, activista social, redactora, narradora e interlocutora, la poetisa Gabriela Mistral es recordada como un ícono importante en los derechos de las mujeres.
Gabriela abordó el rol de la mujer o la diversidad sexual con un enfoque entre lo tradicional y lo progresista, y mostró su preocupación por la equidad y paridad de contenidos educativos entre niñas y niños, y hoy LMN la recuerda, al celebrarse 134 años de su nacimiento.
Nació el 7 de abril de 1889 en Vicuña, Chile. Llegó a convertirse en una de las más relevantes figuras de la literatura universal. Galardonada en 1945 con el Premio Nobel, se convirtió en la primera latinoamericana en obtener este galardón. Seis años más tarde, alcanzó el Premio Nacional de Literatura en su país natal.
Se le considera una de los principales referentes de la poesía femenina universal. También fue una diplomática que se desempeñó como cónsul en Brasil, y su obra es considerada entre las más destacadas en la historia mundial literaria.
Luchadora por equiparar los derechos de toda la sociedad, escribió en una ocasión: «!Más porvenir para la mujer, más ayuda! (…) Búsquesele todos los medios para que pueda vivir sin mendigar la protección. Y habrá así menos degradas (…) Hágasele amar la ciencia más que a las joyas y las sedas (…) Y se alzará con toda su altivez y su majestad», refiere Telesur.
La poetisa escribió incansablemente sobre los profesores, el magisterio y la educación en general. Para ella, los maestros debían siempre “mostrar las bellezas y miserias de su escuela, para crear lenta pero seguramente, la simpatía de la ciudad hacia ella, ya que solo conocer conduce a amar”.
Mistral, que murió el 10 de enero de 1957 a los 68 años de edad tras luchar con un cáncer de páncreas, hasta el final defendió la escolarización de todos los niños, independiente del género o la comunidad a la que pertenecieran.
De manera póstuma aparecieron libros que reunieron parte de sus prosas, rondas, cantos, oraciones y poemas, como Motivos de San Francisco en 1965, Poema de Chile en 1967 y Lagar II, entre otros.
El Archivo del Escritor de la Biblioteca Nacional de Chile conserva actualmente el más importante fondo documental dedicado a su legado, compuesto por 563 piezas, que incluyen manuscritos, epistolarios, fotografías y otros documentos privados.