El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció a través de su cuenta Twitter que ese estado no participará en la posible solicitud de extradición del expresidente Donald Trump, quien enfrenta un juicio en la ciudad de Nueva York.
DeSantis aseguró que la decisión de imputar cargos al exmandatario es usar el sistema legal como un arma política y que su estado no cooperará ante tales acciones que a su juicio son anti estadounidenses.
“El hacer del sistema jurídico un arma para avanzar en la agenda política pone patas arriba el Estado de derecho», puntualizó el gobernador.
Actualmente Trump tiene su domicilio en la residencia Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida.
Trump calificó como persecución política la decisión del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, quien lo imputó por el supuesto pago que realizó a través de su ex abogado para sobornar a la actriz porno, Stormy Daniels, para que esta negara una relación extramatrimonial.
Las investigaciones realizadas afirman que Trump habría realizado un pago de 130.000 dólares antes de las elecciones presidenciales de 2016, en las que resultó ganador.
A pesar de que el actual gobernador de la Florida se perfila como un fuerte contrincante ante Trump por la candidatura republicana de cara a las próximas elecciones presidenciales estadounidense, criticó la decisión del fiscal Bragg, quien está al frente del caso.
«El fiscal de distrito de Manhattan respaldado por (George) Soros ha torcido constantemente la ley para degradar los delitos graves y excusar la mala conducta criminal. Sin embargo, ahora está estirando la ley para apuntar a un oponente político», dijo.
El cuestionamiento del gobernador de la Florida sobre el millonario y filántropo Soros coincide con lo señalado por Trump, que lo acusó de financiar su acusación ante el fiscal Bragg.
«Florida no ayudará en una solicitud de extradición dadas las circunstancias cuestionables en cuestión con este fiscal de Manhattan respaldado por Soros y su agenda política», puntualizó DeSantis.
