Las autoridades de Grecia luchan contra una serie de incendios forestales que han arrasado vastas áreas en las afueras de Atenas. Uno de los incidentes más trágicos ocurrió en la zona urbana de Vrilisia, donde se encontró un cuerpo carbonizado en la sede de una fábrica.
Las primeras investigaciones apuntan a que la víctima podría ser una mujer de 60 años, propietaria de la empresa, aunque la identificación no ha sido confirmada debido al mal estado del cuerpo.
Una lucha incansable contra el fuego
La situación en Grecia ha mejorado, pero las llamas siguen activas en cientos de focos dispersos. Más de 700 bomberos, apoyados por 200 camiones, seis aviones y varios helicópteros cisterna, continúan trabajando en la zona para evitar que los fuertes vientos reaviven el fuego.
El incendio, que comenzó en Varnava, a unos 40 kilómetros al norte de Atenas, se propagó rápidamente hacia la capital, quemando más de 10.000 hectáreas y forzando la evacuación de más de 50.000 personas.
Las imágenes publicadas por la prensa griega muestran un panorama desolador: bosques calcinados, casas destruidas y vehículos quemados. Este desastre ha llevado a que Grecia reciba refuerzos de varios países europeos, incluyendo Francia, Italia, Serbia, Turquía, y Rumanía.
Consecuencias graves y el papel del cambio climático
Los incendios han dejado un saldo de al menos un muerto y más de 30 personas hospitalizadas por problemas respiratorios. Entre los afectados, un bombero sufrió quemaduras graves, mientras que tres hospitales y varios campamentos infantiles tuvieron que ser evacuados.
Aunque los incendios forestales son comunes en Grecia durante el verano, este año la situación ha sido especialmente crítica. Las altas temperaturas y las olas de calor extremo en junio y julio han secado la vegetación, creando condiciones perfectas para que los incendios se propaguen rápidamente.
La respuesta internacional ante la crisis
La Unión Europea ha activado su Servicio de Protección Civil para ayudar a Grecia en esta emergencia. Países como Francia, Italia, y la República Checa han enviado medios aéreos y bomberos para apoyar en la lucha contra el fuego. Esta colaboración internacional es crucial para controlar los incendios, que han destruido más de 40.500 hectáreas y afectado gravemente a la población de Atenas.
El impacto del clima extremo en Europa
Grecia no es el único país afectado por el calor extremo. Gran parte del sur y sureste de Europa también sufre las consecuencias de temperaturas récord. La ola de calor ha llevado a emitir alertas en 23 países, incluyendo Serbia, Italia, y Alemania, donde las temperaturas han superado los 40 grados Celsius.
Las condiciones climáticas adversas, junto con los fuertes vientos, han dificultado enormemente el trabajo de los bomberos en Grecia. A pesar de los esfuerzos, la amenaza de nuevos incendios sigue siendo alta, y la población se mantiene en alerta ante posibles evacuaciones adicionales.
