Los principales sindicatos franceses anunciaron una nueva jornada de movilización para el próximo 6 de junio en contra del presidente Emmanuel Macron, si no retira su reforma jubilatoria, que busca elevar la edad de jubilación de 62 a 64 años.
Este anuncio se da un día después de que más de 758.000 personas protestaran en todo el país contra la medida impulsada por el mandatario francés.
A través de un comunicado titulado “Todavía unidos, numerosos y decididos por la retirada y por el progreso social”, los trece sindicatos, agrupados por un colectivo intersindical, reclamaron “más iniciativas, en particular una nueva jornada de acción conjunta, huelgas y manifestaciones el 6 de junio, que permita a todos los asalariados hacerse oír ante los parlamentarios”.
De igual forma resaltaron que la fecha de la nueva marcha es como medida disuasoria para los diputados que discutirán el 8 de junio el proyecto de ley apoyado por el pequeño grupo parlamentario, Liot, que busca derogar la controvertida reforma jubilatoria.
Este martes, durante la reanudación de las sesiones parlamentarias tras quince días de pausa, Mathilde Panot, líder del principal grupo opositor Francia Insumisa, lamentó que “no habrá vuelta a la normalidad” en el país mientras se mantenga la reforma de las pensiones.
Panot resaltó que se presentarán todas las iniciativas legales para derogar la ley impuesta por el jefe de Estado. “Está fuera de lugar una Asamblea Nacional completamente desconectada del país y en la que no pasara nada”, subrayó.
Esta ley debe entrar en vigencia en el mes de septiembre, pero un nuevo recurso introducido ante la máxima instancia administrativa del país deberá ser resuelto este miércoles.
El nuevo recurso solicita la celebración de un referéndum para anular la reforma.
Por su parte, el ministro de Interior, Gérald Darmanin declaró que en el marco de las protestas del 1 de mayo, unas 540 personas fueron arrestadas, 305 de ellas en París.
El alto funcionario no dio cifras de manifestantes heridos por el uso de gases lacrimógenos empleados por las fuerzas del orden público, pero al menos dos periodistas de agencias internacionales sufrieron lesiones leves.