Por cuarto día consecutivo, manifestantes bloquearon una treintena de rutas en Guatemala para exigir que cese una supuesta persecución electoral que busca impedir que el presidente electo, Bernardo Arévalo de León, asuma el poder.
En su mayoría personas indígenas, mantienen cerrados, con vehículos y ramas de árboles, tramos de carreteras estratégicas como las que conducen a las fronteras de El Salvador, Honduras y México.
Tras regresar de Washington, donde denunció «un golpe de Estado en cámara lenta», Arévalo se reunió este jueves con activistas de organizaciones civiles.
«Esta es una oportunidad para remarcar ese llamado a que se mantenga la unidad nacional alrededor de una protesta pacífica de rechazo a los intentos de violentar el proceso electoral y constitucional», dijo a DW.
Aumento de las protestas
Hasta ahora, las protestas eran sobre todo en el oeste del país, pero este jueves se unieron pobladores indígenas de Quiché (norte) y de Escuintla (sur). Los tramos cerrados de vías aumentaron de 20 a 33 en esta jornada, según la estatal Dirección General de Protección y Seguridad Vial (PROVIAL).
Los manifestantes corean consignan y llevan carteles en los que piden la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras; del jefe de la Fiscalía contra la Impunidad, Rafael Curruchiche, y del juez Fredy Orellana, a quienes acusan de una ofensiva contra el presidente electo.
Es de recordar que los bloqueos iniciaron el 2 de octubre contra recientes allanamientos de la sede del Tribunal Supremo Electoral en los que se decomisaron actas electorales, y para exigir que cesen las acciones contra Arévalo y su partido Movimiento Semilla.
En Ciudad de Guatemala, policías mantienen acordonado el perímetro del Aeropuerto Internacional La Aurora, ante rumores de que los grupos manifestantes pretendían tomar las instalaciones, según Aeronáutica Civil.