Tras el terremoto de magnitud 7.8 que se produjo la noche del domingo en Turquía, se reportan hasta el momento más de 1.500 fallecidos, 5.385 heridos, 2.818 edificios derrumbados y decenas de vías afectadas.
El presidente Recep Tayyip Erdogan, aseguró que ya se están tomando medidas al respecto y no descartó que en las próximas horas se eleve la cifra de fallecidos.
Este drástico hecho también afectó a Siria, donde al menos 560 personas han fallecido y 1.089 están gravemente heridos.
El terremoto sacudió ciudades como Alepo, la segunda urbe de Siria, Hama, Lataquia y Tartus, en la costa mediterránea, también se sintió con fuerza en 14 países, entre los que se encuentran Líbano, Israel, Chipre y Jordania.
En las regiones bajo control de los rebeldes, cerca de Turquía, se registraron al menos 221 muertos y 419 heridos, según los Cascos Blancos, socorristas que se movilizan en esas zonas y contabilizan las víctimas, refiere DW.
Erdogan, informó este lunes que, ante la magnitud del terremoto, estableció contactos para la ayuda internacional. “Además de la OTAN y la Unión Europea, recibimos ofertas de ayuda de 45 países”, dijo en Twitter.
Medios locales aseguran que se trata del mayor terremoto registrado en los dos países desde hace 30 años aproximadamente.
Erdogan aseguró que esta es la tragedia de mayor dimensión de la región, “la mayor tragedia del último siglo desde el terremoto de Erzincan en 1939″, que dejó unos 30.000 muertos.
“Nuestra prioridad es sacar a las personas atrapadas bajo los edificios derrumbados y trasladarlas a los hospitales”, aseguró el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, en una transmisión televisiva.
En medio de las labores de rescate un nuevo terremoto sorprendió al país este lunes, esta vez fue de magnitud 7,5 y sacudió solo el sureste de Turquía.
Según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), se produjo horas después del primer sismo. Hasta ahora se espera el reporte de este segundo siniestro.
Las bajas temperaturas y la nieve en la zona, donde también hay territorios montañosos de difícil acceso, complican las tareas de rescate.