Casi 15 años después de la «Gran Recesión» -que comenzó en EEUU con la crisis de las hipotecas basura y se extendió por el resto del planeta- ocurrió la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB), uno de las grandes entidades financieras de la última generación y un “tótem” de la industria tecnológica. ¿Cuáles son las diferencias entre estos hechos?
La primera gran diferencia –según recoge la BBC- es que los reguladores tras anunciar la quiebra, sólo unos días luego informaron que todos los depositantes del banco podrían retirar su dinero.
De hecho, el propio presidente de EEUU, Joe Biden, intentó detener la tormenta y evitar un efecto contagio y aseguró que el sistema financiero “está a salvo y sus depósitos estarán allí cuando los necesiten».
Otra gran diferencia con la crisis de 2008 es que el SVB era un banco especializado en el sector tecnológico cuyos depósitos provenían mayoritariamente de empresas emergentes, conocidas como start-ups.
Según la firma de análisis Oxford Economics, SVB estaba «excepcionalmente mal preparado para sobrevivir a los agresivos aumentos de tasas de la Reserva Federal». Mientras que al resto de los bancos les benefició el aumento en las tasas de interés, al SVB lo perjudicó por estar focalizado en el sector tecnológico.
Hay otra diferencia importante, y es que, tras tomar decisiones de inversión equivocadas, el banco no resistió las consecuencias del aumento en el costo de los préstamos y se quedó sin fondos , lo que se conoce como falta de liquidez. Apenas los clientes e inversores se dieron cuenta de que algo andaba mal, corrieron a sacar sus fondos.
En cambio, en la crisis de 2008, la caída en picada de los bancos ocurrió porque transaban las llamadas “hipotecas tóxicas o hipotecas basura” con un masivo grupo de clientes, lo que generó un problema sistémico en toda la industria bancaria.
El economista jefe de la firma Kingswood, Rupert Thompson, explicó que la base de clientes del SVB es muy específica, en cambio, la mega quiebra bancaria de 2008 ocurrió porque todos tenían demasiados préstamos inmobiliarios considerados de altísimo riesgo. “En el caso de SVB, no fallaron los préstamos riesgosos acumulados durante meses. El colapso ocurrió en pocas horas”.
No es un dato menor que en 2008, cuando cayó el banco Lehman Brothers todo el sistema financiero internacional se vio afectado casi inmediatamente.
«SVB no es Lehman, y 2023 no es 2008», escribió el premio Nobel de Economía Paul Krugman quien agregó: «Probablemente no estemos ante una crisis financiera sistémica».