Brian Steven Smith, un hombre sudafricano de 52 años que torturó a una mujer nativa de Alaska y narró mientras grababa un video de su muerte, fue declarado culpable de asesinato en primer grado.
El asesino -a quien se señala de racista- no mostró ninguna reacción en el tribunal y miró hacia adelante mientras el juez leía el veredicto del jurado, reseñaron los medios locales.
El asesino convicto fue arrestado después de que una mujer robó su teléfono celular de su camioneta y descubrió las espantosas imágenes de 2019. La mujer, una trabajadora sexual que se convirtió en testigo clave durante el juicio en Anchorage, luego copió las imágenes en una tarjeta de memoria y finalmente las entregó. a la policía, dijeron los fiscales.
El jurado de Anchorage emitió un veredicto unánime contra Smith después de deliberar durante menos de dos horas.
Más tarde, Smith confesó haber matado a otra mujer nativa de Alaska cuyo cuerpo había sido encontrado antes pero había sido identificado erróneamente.
Los videos gráficos solo se mostraron al jurado durante el juicio de tres semanas, pero se pudo escuchar el audio en la galería, donde algunos escucharon a Henry jadear antes de morir.
Los fiscales dijeron que condujo con el cuerpo de Henry en la parte trasera de su camioneta durante dos días antes de arrojar su cadáver en un camino rural al sur de Anchorage.
El video nunca muestra el rostro del hombre, pero su acento distintivo se escucha en la cinta. Narra como si se dirigiera a una audiencia e insta a Henry a morir mientras ella es golpeada y estrangulada repetidamente en una habitación de hotel de Anchorage.
Smith fue declarado culpable de los 14 cargos, incluidos dos cargos de asesinato en primer grado por las muertes de Kathleen Henry en 2019 y Veronica Abouchuk, ya sea en 2018 o 2019. También fue declarado culpable de múltiples cargos de agresión sexual.
También asistió al juicio la esposa de Smith, Stephanie Bissland de Anchorage.
“Era muy bueno para mí, pero supongo que tenía otra vida”, dijo, y agregó que sus problemas probablemente se vieron exacerbados por el consumo excesivo de alcohol.
Por el asesinato de Abouchuk, se enfrenta a una pena de entre 30 y 99 años.
Henry y Abouchuk eran de pequeñas aldeas del oeste de Alaska, Henry de Eek y Abouchuk de Stebbins. Ambas mujeres habían experimentado la falta de vivienda.
