La fuerte caída en el poder adquisitivo en medio de una elevada inflación europea, ocasionó que este miércoles en Bélgica y Grecia, se realizaran huelgas de 24 horas en protesta.
Las manifestaciones fueron convocadas por los sindicatos de los sectores privado y público, que ha afectado al sector transporte, los centros educativos y oficinas de los organismos del estado.
Grecia
En el caso de Grecia, amaneció este 9 de noviembre con sus servicios públicos al mínimo, sobre todo en su capital Atenas, que se ha visto afectada casi con una total paralización del sector transporte.
Los sindicatos griegos exigen un aumento de sueldo mínimo para hacer frente a una crisis económica sin precedentes, la cual ubica al país del sureste de Europa con una inflación de 9,8% en el mes de octubre, y un sueldo base de 713 dólares aproximadamente.
En este punto, las diferentes manifestaciones que se sumaron al paro general reclaman que las políticas del conservador Kyriakos Mitsotakis, obliguen a los griegos a pagar uno de los IVA más altos del continente europeo, con una media del 24%.
Un reciente informe del Instituto Laboral de la Confederación General de Trabajadores Griegos (INE/GSEE), afirma que el alza de precios en los servicios y la disposición legal de mantener un precio bajo en los alquileres, ha ocasionado una pérdida del poder adquisitivo de los hogares, con ingresos bajos hasta en un 40 %.
Para hacer frente a estos reclamos, el gobierno griego anunció que pondrá en marcha un plan de ayuda para que la población pueda enfrentar las elevadas tarifas de energía, pero a juicio de los sindicatos, esta medida es previo a las elecciones generales que se celebrarán en 2023.
Bélgica
Paralelamente, en Bélgica se realizó un paro parcial de los servicios básicos y el transporte. En este punto, las agrupaciones gremiales de ese país, criticaron una norma legal que impide negociar la subida de los salarios en los próximos años.
Información de medios locales apuntan que solo una línea de metro quedó operativa en Bruselas, mientras que el aeropuerto de Charleroi cesó por completo las operaciones comerciales.
A pesar que el sector salud se sumó a esta iniciativa, se ha garantizado la respuesta frente a emergencias médicas.
Además, estos sindicatos solicitan un reajuste a los precios de la energía eléctrica, previo a la época de invierno, y hacer frente a una inflación del 13%, un récord total en la historia reciente del país.
Según los sindicatos, los precios se incrementaron en un año, lo que tendría que haber subido en seis.
“La indexación es hoy en día la mejor protección que tenemos contra la pérdida de poder adquisitivo, y seguirá siéndolo. No es cuestión de que se ponga en duda” dijo el primer ministro belga, Alexander De Croo.
