La extracción de agua subterránea para consumo humano y regadíos ha generado que el eje de la tierra esté alterado, así lo asegura un nuevo estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters.
La investigación se centró principalmente en los cambios del nivel del mar, lo que determinó que el uso de aguas subterráneas cambió la distribución de agua en la Tierra y esto provocó una alteración en su inclinación.
La mayor parte del agua que utilizan los humanos proviene del interior de la Tierra, en reservas subterráneas conocidas como “acuíferos”. En el estudio, los expertos calcularon que entre 1993 y 2010 se usaron 2.150 gigatoneladas de agua subterránea.
Esta última cifra es el equivalente para llenar 860 millones de piscinas olímpicas, estimaron. Entonces, extraer esas cantidades de agua ya habría desplazado la inclinación de la Tierra unas 31,5 pulgadas hacia el este.
Este desplazamiento es observable incluso en la superficie de la Tierra, ya que contribuye al aumento global del nivel del mar.
“Lo comparo con una pelota de béisbol empapada de agua. Cuando una pelota de sóftbol o de béisbol se empapa, se empapa de agua, y cuando la lanzas, se tambalea de forma extraña. Eso es lo que está pasando aquí”, refiere, James Famiglietti, hidrólogo de la Universidad Estatal de Arizona, a The Washington Post.
¿Es un movimiento normal?
Según los expertos, este movimento también se basa en el cambio de estaciones, además aseguran que los cambios en el eje de la Tierra son normales y el tambaleo es un proceso natural.
“Cambia a cada momento, alrededor de 10 metros al año. Vientos, corrientes oceánicas, presión barométrica o glaciares: cualquier tipo de cambio de masa puede causar un movimiento polar”, señaló Famiglietti.
Este proceso se viene estudiando desde 2016, cuando se estudió la posibilidad de que este movimiento estuviese pasando. En esa oportunidad, otro estudio comprobó que los cambios en las masas de agua de la Tierra generan movimiento polar, pero no se logró explicar esta relación del todo.
En que el cambio en el eje de la Tierra no es tan grande como para afectar al clima o las estaciones, pero sí estaría influyendo significativamente al nivel del mar, aumentándolo.
Entre 1993 y 2010, la alteración de las masas de agua producto de la extracción de agua subterránea, aumentó el nivel del mar en 0,24 pulgadas.
Luego de conocerse estos resultados, expertos han hecho un llamado a tomar medidas, argumentando que un cambio en la extracción de aguas subterráneas podría reducir significativamente este efecto.
El bombeo de aguas subterráneas podría ser un salvavidas, sobre todo en zonas del mundo muy afectadas por la sequía provocada por el cambio climático. Pero las reservas subterráneas de agua líquida son finitas; una vez agotadas, tardan en reponerse.