Los agentes federales de Estados Unidos, los cuales llevan a cabo la investigación sobre Hunter Biden, aseguran haber recopilado suficiente evidencia para acusar al hijo del presidente estadounidense, Joe Biden, de delitos federales, fraude fiscal, lavado de dinero, entre otros.
Según el informe publicado por The Washington Post, el hijo del mandatario ha estado bajo investigación federal debido a sus negocios en el extranjero, particularmente los ingresos que recibió de una compañía ucraniana de gas natural o sus negocios en China y Kazajstán.
The Post comentó que el siguiente paso del proceso será conocer si el fiscal federal de Delaware decidirá presentar cargos. Esa oficina está dirigida por David Weiss, el cual fue designado por Trump en 2018, mismo año en que inició la investigación sobre Hunter.
Merrick Garland, fiscal general de EE.UU., prometió que no habría algún tipo de interferencia política o indebida en el asunto y por lo tanto, a Weiss no lo han presionado para tomar una decisión.
El mes pasado, fueron 33 senadores estadounidenses los que le exigieron a Garland otorgar la protección y autoridad apropiadas para Weiss, esto con el fin de que la investigación sobre Hunter estuviera ‘’libre de influencia política’’.
Por su parte, el abogado de Hunter, Chris Clark, comentó que la información del comunicado de The Washington Post, es una filtración que podría considerarse como ‘’delito federal’’.
‘’Cualquier agente que ustedes citan como fuente en su artículo aparentemente ha cometido tal delito grave. Esperamos que el Departamento de Justicia investigue diligentemente y procese a esos malos actores’’, indicó Clark.
El abogado considera que el trabajo de manejar las evidencias debe caer en manos de fiscales encargados, los cuales ‘’no deben ser presionados, apurados o criticados por hacer su trabajo’’.
Acusaciones
La investigación contra Hunter partía inicialmente de las supuestas violaciones de algunas leyes, además de múltiples transacciones financieras y comerciales en el extranjero. Ahora, se trata de demostrar que el segundo hijo del mandatario no declaró ingresos relacionados con sus empresas comerciales y que además mintió en unos documentos para la compra de un arma.
La acusación del arma proviene del año 2018 cuando Biden aseguró en un formulario federal que no era ‘’usuario ilegal o adicto a la marihuana o cualquier depresivo, estimulante, narcótico u otra sustancia controlada’’, sin embargo, según el mismo Hunter en su libro de memorias en 2021, luchó contra el abuso de sustancias, principalmente el ‘’crack’’.
Cualquier decisión que se tome en torno a la investigación generará tensión debido a que tanto el expresidente Trump como sus aliados, han hecho de las acusaciones de corrupción que rodean a Hunter una línea de ataque contra los demócratas.