Entre las islas del mar Egeo, se encuentra Hydra, un espacio con calles coloridas e impresionantes vistas de las brillantes aguas azules que la rodean, lo que la distingue de las otras islas es su medio de transporte, en vez de oirse el sonido de los autos se escuchan los cascos de los caballos.
Entre los 2.500 habitantes algunos tienen vehículos pero deben mantenerlos alejados ya que la legislación prohíbe la circulación de vehículos motorizados (excepto camiones de bomberos, basura y ambulancias).
Para trasladarse utiliza mulas, burros y caballos pequeños. Los visitantes son recibidos por pequeños caballos que serpentean con elegancia por las calles adoquinadas y les hacen sentir el ritmo pausado de la isla, refiere CNN.
«Hydra es una isla que te transporta al pasado», dijo Harriet Jarman, propietaria de la empresa de excursiones a caballo Harriet’s Hydra Horses.
Asegura que como no hay autos, «la vida de todos es un poco más tranquila».
Jarman llegó a la isla hace 24 años, cuando su madre la trajo de vacaciones, lo que la llevó a tomar la decisión de convertirla en su hogar permanente. Una década más tarde, durante la crisis económica griega, se vio obligada a vender su preciado caballo, Chloe.
Fue así como decidió montar su negocio de excursiones a caballo, una empresa que no solo le permitía mantener a Chloe, sino también compartir su amor por los paisajes de la isla.
La empresa cuenta ahora con un equipo de 12 caballos, con excursiones guiadas por los senderos de la isla dirigidas por jinetes experimentados.
Con el tiempo, esta dependencia de los burros y caballos se arraigó en la cultura y el modo de vida de Hydra.
Los burros y mulas se convirtieron en parte integrante de la identidad de la isla y se utilizaban para transportar mercancías, materiales de construcción e incluso personas, una tradición que persiste hoy en día.
Turismo y arte
La innegable tranquilidad de la isla, se debe a la ausencia de carros, lo que ha atraído a creativos de todas partes, incluida la célebre actriz italiana Sofia Loren, que se enamoró de Hydra durante el rodaje de «Boy on a Dolphin» en 1957.
«Hydra ofrece colores maravillosos, una luz preciosa y una atmósfera única que ha inspirado a mucha gente», afirma la diseñadora de joyas Elena Votsi.
Conocida por su trabajo, que combina la artesanía tradicional con la estética moderna, Votsi se inspira en su herencia griega, así como en la naturaleza y la geometría.
Muchos artistas famosos han visitado o vivido en Hydra. El encanto magnético de la isla ha atraído a sus costas a los pintores Brice Marden, Alexis Veroucas, Panagiotis Tetsis, Nikos Hadjikyriakos-Ghikas y John Craxton, así como al escritor Henry Miller, que encontraron inspiración en sus paisajes tranquilos.
El cantautor canadiense Leonard Cohen descubrió Hydra en la década de 1960 y la convirtió en su hogar durante varios años. Su estancia en Hydra quedó inmortalizada en su canción «Bird on the Wire», que escribió parcialmente mientras vivía allí.