Una ola de calor se ha expandido en el mundo a partir del mes de julio y se mantiene hasta agosto. Se trata de temperaturas nunca antes registradas, especialmente en países de Europa.
Esas temperaturas han marcado récord en varias naciones; Reino Unido, en julio, rompió tres veces en un mismo día sus marcas históricas y llegó a los 40,3 °C, una cifra jamás registrada en esa nación, afirmó la BBC.
En Francia se emitió una alerta de calor extremo; Países Bajos registró también un récord de temperaturas para el mes de julio y en Bélgica un fuego provocado por el calor destruyó varios vehículos.
Los incendios forestales en Francia, Portugal, España y Grecia han obligado a miles de personas a evacuar sus hogares y, aunque todavía se desconocen las cifras oficiales, se estima que el número de muertes es elevado.
En España, las autoridades reportaron en julio más de 1.900 fallecidos por las temperaturas sofocantes; de hecho, este es uno de los países más afectados. La temperatura llegó a 45º ese mes.
Estos escenarios se repiten en China, Estados Unidos, México, entre otras naciones.
El calor y las causas
La ciencia afirma que el calor que se vive actualmente en el mundo se debe a las emisiones de gases de efecto invernadero y la temperatura base del planeta, es decir, el cambio climático producto de la contaminación ambiental.
Se suman a estas causas la intervención desmedida de tierras, la tala indiscriminada de árboles y la falta de políticas ambientales que protejan el medio ambiente.
El científico jefe de la Oficina Meteorológica del Reino Unido, Stephen Belcher, dijo que las olas de calor habrían sido "prácticamente imposibles" en el país en un "clima sin alteraciones", citó CNN en su portal web.
En declaraciones a este medio de comunicación, Belcher indicó: "El cambio climático impulsado por los gases de efecto invernadero ha hecho posible estas temperaturas".
Incendios a la orden del día
Una de las consecuencias principales de estas altas temperaturas es la generación de incendios forestales de gran escala.
De acuerdo con un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), el número de incendios forestales extremos aumentará hasta un 14% en 2030, reseñó CNN.
“En 2050, el aumento será del 30%. Incluso con los esfuerzos más ambiciosos para reducir las emisiones, habrá consecuencias a corto plazo”, según el documento.
Otras consecuencias son el descongelamiento de glaciares, fuertes sequías, la muerte de personas a causa de sofocos o alteraciones de otras patologías debido al calor; así como afectaciones en la flora y fauna, y en las temperaturas de los mares.
Por ejemplo, la BBC reportó en julio que los efectos del cambio climático en Europa provocaron el derretimiento de un glaciar, lo cual causó una avalancha que mató a 11 personas en Italia.
Expertos advirtieron que las altas temperaturas están abriendo nuevas grietas en los picos alpinos y que el hielo se está derritiendo incluso en la montaña más alta de Europa occidental, el Mont Blanc.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) indica en su página web que la ola de calor se originó en el norte de África y ha ido subiendo gradualmente hacia el norte.
“Todos los fenómenos climáticos de origen natural ahora se producen en el contexto del cambio climático antropógeno, que provoca un aumento de las temperaturas mundiales, exacerba los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, y altera la configuración de las temperaturas y las precipitaciones estacionales”, dice la OMM.
“El cambio climático antropógeno acrecienta los efectos de los fenómenos de origen natural, como La Niña, e incide cada vez más en las condiciones meteorológicas, en particular mediante una mayor intensidad del calor y las sequías y el riesgo conexo de incendios forestales, así como los diluvios y las inundaciones sin precedentes”, afirmó el profesor Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
Esta organización señaló que hay 93 % de probabilidades de que al menos uno de los años del período comprendido entre 2022 y 2026 se convierta en el más cálido jamás registrado.
Igualmente, la OMM indicó que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) afirma que un calentamiento global de 1,5 °C agravará los riesgos relacionados con el clima a los que están actualmente expuestos los sistemas naturales y humanos, aunque en menor medida que si el calentamiento global alcanza los 2 °C.
Países más afectados
El portal Ciencia de la Nasa revela en uno de sus escritos de prensa que entre las regiones más azotadas por el calor se encuentran Europa, el norte de África, el Medio Oriente y Asia, con temperaturas por encima de los 40 grados Celsius (104 grados Fahrenheit).
Portugal, España y Francia son los territorios que más han sentido las temperaturas causadas por el cambio climático.
En Norteamérica, México y algunas regiones de Estados Unidos han sido las más afectadas, con temperaturas superiores a los 40º centígrados.
Lugares como el Valle de la Muerte (Estados Unidos) o el desierto de Kebili, en Túnez, alcanzaron un máximo de 56ºC. El récord, 70ºC en el desierto de Lut (Irán).
En unos países se registra mayor grado de temperatura que en otros debido a que algunas áreas detectan mucho más el calor infrarrojo emitido por la superficie. También depende del continente y de las condiciones climáticas de cada nación, aunque es difícil de precisar por el cambio climático.
¿Qué más sigue?
Luego de las prolongadas olas de calor históricas que han afectado a estos países, ahora se ven afectados también por una serie de inundaciones y tormentas, otra consecuencia del cambio climático.
Hasta este lunes se reportaban dos decenas de fallecidos debido a este fenómeno.
Francia, Italia y Austria son los países más afectados en Europa donde los vientos han alcanzado hasta 220/km/h.
Esta misma furia climática ha golpeado la isla mediterránea de Córcega, donde ya se cuentan cinco muertos, entre ellos una adolescente, un pescador y una mujer que practicaba kayak.
En Francia, el viernes 19 de agosto el Gobierno declaró como “catástrofe natural” tras la fuerte tormenta que azotó la isla de Córcega el jueves pasado, donde murieron seis personas, incluida una menor de 13 años.
Así como se están tomando medidas en Francia, los gobiernos de los países más afectados deben emprender acciones a fin de proteger a la población contra el cambio climático.
A pesar de todo este panorama, el mundo vive a espaldas de los escenarios que evidentemente genera el cambio climático; cada año son más crueles los efectos que, ya no son visibles solamente en el comportamiento de la naturaleza, sino también en la forma en que afectan a la humanidad.
Ahora más que nunca es necesario que los gobiernos del mundo tomen decisiones determinantes para frenar el calentamiento global, más allá de documentos retóricos que no conducen a una solución definitiva. La vida en el planeta está bajo amenaza.
