La Oficina Europea de Estadística (Eurostat), informó este jueves, que la inflación media de los países que comparten el euro, subió nueve décimas en septiembre, hasta alcanzar el 10% de inflación, el nivel más alto en toda su historia.
Desde el organismo detallaron que los principales elementos de esta inflación son el alto coste de la energía, la cual registró su tasa interanual más elevada en septiembre, ubicándose en 40.8% frente al 10,6% registrada en agosto, seguido de los alimentos, alcohol y tabaco, que registraron un alza de 11,8%, frente al 10,6% del mes anterior.
Mientras, los precios de los bienes industriales no energéticos crecieron el 5,6 %, y los precios de los servicios aumentaron el 4,3 %.
Ante este anunció se prevé que Banco Central Europeo (BCE) adopte nuevas subidas de los tipos de interés, lo suficiente para llevar la inflación a su objetivo del 2%, pero no tanto como para comprometer el impulso económico, en medio de la crisis energética que vive el viejo continente, exacerbada en vísperas del invierno, por la suspensión del envió de hidrocarburos por parte de Rusia.
Entre los 19 países que comparten el euro, las mayores tasas de inflación se registraron en los países bálticos, con un 24,2% en Estonia, un 22,5% en Lituania y un 22,4% en Letonia, seguido por los Países Bajos, con un 17,1%.
La menor tasa de inflación se percibió en España con un 9,3%, Francia 6,2%, Malta 7,3% y Finlandia 8,4%.
La Eurostat destaca que el mercado de trabajo sigue siendo tenso, aunque la tasa de desempleo se mantuvo en agosto en un mínimo histórico del 6,6%.