La inflación en América Latina llegó a su punto máximo el primer semestre de este año a punto de finalizar, y alcanzó un 8,4% en junio, el mayor nivel desde 2005, así lo registraron los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En estos datos, no fueron incluidos los países que se consideran tienen una ‘’inflación crónica’’, como lo son: Argentina, Cuba, Haití, Surinam y Venezuela.
No fue solo el aumento en los costos de los combustibles -que jugaron un papel importante en el rápido aumento inflacionario-, también tuvieron mucho que ver los rastros que dejó atrás la pandemia por Covid-19, la cual irrumpió en las cadenas globales comerciales.
Sin embargo, a partir del pasado mes de julio, las relaciones económicas comenzaron a mejorar progresivamente gracias a la subida de tasas de interés, la cual fue puesta en práctica con el fin de erradicar el aumento de los precios.
A raíz de esta decisión, la inflación regional disminuyó a 6,8% en octubre.
Panamá, el país con la inflación más baja
Aunque está acostumbrado a registrar bajos niveles de inflación, Panamá no quedó fuera de la lista de la ola alcista que agitó la región, por lo que marcó un 1,7% de inflación en octubre.
Inclusive, el país registró más de 5% de inflación en el primer semestre de 2022, ‘’un aumento gigantesco para Panamá’’, aseguró Felipe Argote, profesor de macroeconomía de la Universidad Interamericana.
Por estas razones, el país fue sede de una gran cantidad de manifestaciones contra el aumento en el costo de la vida, la desigualdad social y la corrupción. En este sentido, el gobierno aceptó congelar el precio de los combustibles.
‘’Inflación importada’’, es así como los panameños consideran el aumento de los precios en el país, debido a que lo que suceda en el sector energético internacional es clave para su economía, ya que Panamá importa todo el combustible que consume.
A partir de julio, el costo de la vida disminuyó considerablemente debido a que el país ‘’mantiene una economía dolarizada a diferencia de la mayoría de los países de la región’’, comentó Argote. Por lo que el fortalecimiento del dólar este año frente a otras monedas, logró que los productos importados sean más económicos.
Países con la inflación más elevada
Chile y Colombia son los países que tradicionalmente mantenían niveles de inflación estables, sin embargo, este año los costos de la vida de sus habitantes se dispararon.
En agosto, Chile registró una crisis inflacionaria de 13,1%, el mayor nivel en casi tres décadas. Una de las causas de esta inflación son las fallas en las cadenas de suministro provocadas por la pandemia, y la subida de combustibles por el conflicto bélico.
Por otra parte, Colombia debe su repentina inflación al elevado costo de los alimentos. De hecho, un poco más de la cuarta parte del aumento de los precios se debe al incremento en la canasta familiar.
Otras causas que han contribuido a la ola alcista en el costo de la vida fueron la electricidad y el gas, servicios básicos que, pese a tener precios regulados por el Estado, han enfrentado un incremento en sus costes.
En este sentido, el presidente del país, Gustavo Petro, anunció que para 2023 la autoridad regulatoria de energía y gas hará un ajuste de las fórmulas con las que calculan los precios de la electricidad que consumen los hogares, para reducir tarifas de la energía eléctrica en Colombia.
Menos inflación para 2023
La crisis inflacionaria podría disminuir el próximo año no solo en Latinoamérica, sino en todo el mundo. ‘’La inflación en 2023 será menor que en 2022, pero no tan baja como antes de la pandemia’’, aseguró José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal.
Con la bajada del costo de la vida, el próximo año se espera un freno en los aumentos de las tasas de interés que fueron un punto clave este año, y que redujeron las posibilidades de acceder a préstamos de hogares y empresas.
Sin embargo, este panorama no es el mismo en el viejo continente. Se prevé que Europa enfrente graves problemas en los próximos meses debido a la dependencia que mantiene de las importaciones energéticas provenientes de Rusia.