Un informe presentado este jueves por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, demostró que el descarrilamiento del tren, que causó el derrame tóxico en Ohio, fue provocado por el sobrecalentamiento de un cojinete.
Según el informe, se presume que la tripulación del tren recibió una alerta sobre el recalentamiento de un cojinete, la pieza que reduce el roce de la rueda con el eje, e intentaron detener el tren de forma infructuosa, antes de que se descarrilara.
El tren pasó por tres detectores que alertaron que los cojinetes estaban recalentados, y alertaron en tiempo real a la tripulación, para tomar los correctivos.
«El detector de defectos en la vía, o detector de cojinetes calientes (HBD), transmitió un aviso de alarma audible crítico indicando a la tripulación que redujera la velocidad y detuviera el tren para inspeccionar un eje caliente”, reza el texto.
Posteriormente el maquinista intensificó la presión sobre el freno dinámico para reducir la velocidad y detener el tren. Durante esta desaceleración, se inició la activación automática del freno de emergencia y el tren finalmente se detuvo.
Señala el informe que un video de vigilancia logró captar el momento que mostraba el deterioro de un cojinete por recalentamiento, minutos antes del descarrilamiento.
La presidenta de la NTSB, Jennifer Homendy, destacó que no tienen indicios de que se hiciera algo incorrecto: “creemos que en este momento actuaron adecuadamente y no tenemos pruebas de lo contrario”, acotó.
Además, agregó que la investigación revisará de forma minuciosa el uso de los detectores de defectos por parte de la compañía ferroviaria Norfolk Southern, y si las alertas que recibieron fueron en tiempo real. Se espera que el informe final tarde 18 meses.
El pasado 3 de febrero se produjo en East Palestine el descarrilamiento de un tren que transportaba sustancias químicas altamente tóxicas, que generó un incendió y obligó a evacuar a las comunidades aledañas al siniestro.
