El sur de Brasil comienza a ver una luz al final del túnel tras las devastadoras inundaciones que han azotado la región. Las aguas comienzan a retirarse, dejando al descubierto el impacto desgarrador de esta catástrofe climática.
La región recibirá una ayuda crucial de más de 1.100 millones de dólares del banco de los BRICS.
Tragedia sin precedentes en Rio Grande do Sul
La magnitud de la tragedia en el estado de Rio Grande do Sul es sin precedentes. Al menos 149 personas han perdido la vida y 124 están desaparecidas, según el último balance de Defensa Civil.
Más de 617.000 personas han sido evacuadas de sus hogares en un total de 446 municipios, y casi 80.000 de ellas se encuentran en refugios, informan las autoridades locales.
Ayuda millonaria de los BRICS y otros bancos multilaterales
El banco de los BRICS, junto con otros grandes bancos multilaterales, ha anunciado un auxilio de 1.115 millones de dólares para Rio Grande do Sul. Estos fondos serán destinados a la reconstrucción de la infraestructura urbana y rural, así como para ayudar a los afectados a reconstruir sus vidas.
El relato de los afectados
En medio del desastre, los relatos de los afectados son desgarradores. Silvio Kehl, residente en el municipio de Cruzeiro do Sul, relata cómo el agua pasó por encima del techo de su casa, obligándolos a abandonar su hogar.
Otros, citados por DW, como Nelson Xavier, lamentan la pérdida de años de trabajo y esfuerzo ante la devastación.
Destrucción y desolación en las zonas afectadas
En localidades como Lajeado, los estragos son evidentes. Zonas residenciales han sido arrasadas por la corriente de agua y los deslizamientos, dejando a su paso una estampa de destrucción y desolación.
La situación se agrava con la llegada de nuevas precipitaciones y el pronóstico de bajas temperaturas. El Instituto Meteorológico del país advierte de caídas significativas de la temperatura en los próximos días.
Respuesta gubernamental y ayuda a largo plazo
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha anunciado una ayuda de 50.000 millones de reales (10.000 millones de dólares) y viajará a la zona afectada para hacer nuevos anuncios centrados en la recuperación del estado. Además, se ha propuesto suspender por 36 meses los pagos de la deuda de Rio Grande do Sul con el Estado brasileño para aliviar la carga financiera ante esta tragedia.
A pesar de la devastación y el dolor, Brasil está uniendo esfuerzos para enfrentar esta catástrofe. Con la ayuda internacional y la solidaridad nacional, se espera que la región de Rio Grande do Sul pueda comenzar su largo camino hacia la reconstrucción y la recuperación.