Todos los mandatarios que han participado de la sesión inaugural de la 77 Asamblea General de la ONU que se celebra en Nueva York han centrado sus discursos en la invasión de Rusia a Ucrania y en la forma en que la guerra incide en la economía de los países y la necesidad urgente de conseguir la paz.
En esta primera jornada, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, aseguró que “estamos invirtiendo tremendos esfuerzos para garantizar que la guerra finalice protegiendo la integridad territorial y la soberanía de Ucrania de una vez por todas”.
El presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, instó a la comunidad internacional a unirse en solidaridad para defender las leyes y los principios de los derechos humanos, en el contexto de la "guerra no provocada" de Rusia en Ucrania.
"Es nuestra obligación común defender las reglas sobre las leyes internacionales y los derechos humanos”, agregó.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, habló por primera vez en ONU y aseguró que la guerra sirvió de excusa para no tomar medidas necesarias: “Cuando había que alejarse cuanto antes del carbón y del petróleo se inventaron una guerra y otra y otra. Invadieron Ucrania, pero también Iraq, Libia y Siria. Invadieron en nombre del petróleo y del gas".
El presidente de Chile, Gabriel Boric, dijo que "la injusta guerra de agresión desatada por Rusia en Ucrania empujó al alza el precio de los combustibles y causó desabastecimiento de granos y fertilizantes causando un fuerte impacto a nuestra economía y, de seguro, también en la de muchos de ustedes".
Aunque el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, habló sobre los esfuerzos de su gobierno para detener la pandemia de covid-19 y el cuidado del medio ambiente en Brasil un grupo de activistas proyectó imágenes al costado del edificio de la ONU criticando su gestión gubernamental.
También autobuses con vallas han estado circulando por las inmediaciones de la ONU en Nueva York con llamados en contra del presidente iraní Ebrahim Raisi.
Las imágenes muestran a Mahsa Amini, la joven iraní que murió este mes después de ser detenida por la policía moral de Irán.