El jefe del Poder judicial de Irán, Gholamhosein Mohseni Ejei, adelantó que los juicios de unos mil acusados por manifestar -tras la muerte de Mahsa Amini, a manos de la policía de la moral iraní- se llevarán a cabo con "rapidez" y "precisión", en especial los de aquellos que han tratado de subvertir el sistema islámico.
Con esta medida, el gobierno y la justicia local intentan aplacar las sostenidas protestas que se desarrollan en todo el país desde hace unas seis semanas.
"Son individuos que han cometido actos de sabotaje durante los disturbios y se enfrentan a cargos como asalto y asesinato de efectivos de las fuerzas de seguridad o haber prendido fuego a propiedades públicas y privadas", indicó Ejei quien anunció que los juicios serán públicos y en tribunales revolucionarios en la capital del país, Teherán.
"Aquellos que trataron de subvertir el régimen y dependen de extranjeros serán castigados de acuerdo a las leyes”, dijo en un discurso. Los cargos por colaboración con gobiernos extranjeros pueden acarrear la pena de muerte.
Ya el pasado sábado -día de inicio de la semana iraní- empezó el proceso contra seis hombres según publicó el Poder Judicial.
Al menos 1.019 personas han sido acusadas en ocho de las 31 provincias del país aunque el número podría ser mucho mayor porque cada región ha ido anunciando sus casos a diario.
Cabe destacar que las protestas comenzaron desde la muerte de Amini, el 16 de septiembre, tras ser detenida previamente por llevar mal puesto el velo islámico.
Las movilizaciones protagonizadas principalmente por jóvenes y mujeres exigen el fin de la República Islámica al grito de "¡Mujer, vida, libertad!".
En los últimos días la represión se ha endurecido, en especial en las universidades, tras un ultimátum de la Guardia Revolucionaria en el que advirtió a los jóvenes que dejasen de protestar.
Según la ONG Human Rights, la represión ha causado al menos 108 muertos y 12.500 detenidos.
