Este domingo 3 de julio se produjo el desprendimiento de un glaciar en los Alpes italianos, lo que dejó un saldo de 8 muertos, 2 heridos y 19 desaparecidos hasta los momentos; los equipos de búsqueda y salvamentos no descartan que aumente la cifra de personas sin vida como consecuencia del hecho.
Las víctimas fatales fueron localizadas por helicópteros y drones; se teme que las altas temperaturas puedan producir nuevos desprendimientos y poner en riesgo a los equipos de rescate.
Entre los fallecidos hay tres italianos, dos guías alpinistas locales y un alpinista de 27 años; un visitante checo y otras dos personas que no han sido identificadas.
Aunado a esto, las labores de rescate se han complicado debido a una tormenta que impide a los equipos de salvamento alpino localizar a los 19 desaparecidos. Las autoridades de la región señalan que los desaparecidos pudieran ser más extranjeros cuyas familias aún no han dado la alarma.
Los socorristas no son optimistas con respecto al resultado de la búsqueda, en vista que los primeros cuerpos hallados estaban desmembrados por las toneladas de piedras y hielo que descendió de la montaña a gran velocidad.
Jeffrey Sachs, consultor de Naciones Unidas, aseguró que el desprendimiento del glaciar en Italia "es culpa del ser humano" por provocar el calentamiento global y advirtió que la situación "puede empeorar" si no hay medidas rápidas. Las temperaturas en las alturas de los Alpes han estado muy por encima de sus valores normales.
El ministerio de Salud italiano decretó este domingo “alerta roja” por la ola de calor en 20 de las 27 mayores ciudades italianas; entre ellas, Roma, Palermo, Bari, Trieste, Nápoles, Florencia y Bolonia. La ola de calor dejó la semana pasada registros de hasta 44ºC en determinadas ciudades, específicamente las ubicadas al centro del país.