El vicepresidente del Gobierno, Antonio Tajani, ha pedido a la ONU y al G20 que se impliquen junto a la Unión Europea (UE) para abordar la crisis migratoria a nivel global.
Las declaraciones de Tajani se producen después de que la isla italiana de Lampedusa, la más próxima a África y puerta marítima a Europa, se sumiera en el caos con la llegada de casi 10.000 personas en incesantes desembarcos durante apenas 72 horas.
Los arribos masivos provocaron la saturación del sistema de acogida de la isla y llevaron al Ayuntamiento a decretar el estado de emergencia, mientras que en los muelles del puerto se vivieron momentos de tensión, forcejeos y aglomeraciones durante el reparto de comida, dada la escasez de provisiones.
De los más de 6.000 que se encontraban en la isla el miércoles, casi 2.000 ya han sido trasladados y cientos más esperan en el puerto para continuar su viaje, esta vez de forma segura.
Algunos de los habitantes de Lampedusa han ayudado a los migrantes que permanecen cerca del puerto y donde a veces se producen momentos de tensión en los que intervienen las fuerzas policiales que intentan controlar la situación.
El buen tiempo ha beneficiado las travesías marítimas y esta semana se ha producido un nuevo naufragio. Cuatro inmigrantes tunecinos perdieron la vida y 21 se salvaron cuando intentaban alcanzar ilegalmente la costa italiana.
Sólo este año, más de 115.000 migrantes han desembarcado en territorio italiano, buscando una vida mejor en Europa.
Tajani: «Hemos implicado a las Naciones Unidas y al G20»
«Ni siquiera Europa por sí sola es suficiente para abordar un problema tan enorme, que afecta no sólo a casi toda África, sino también a la afluencia procedente de la ruta de los Balcanes. Por eso hemos implicado a las Naciones Unidas y al G20», subrayó Tajani en una entrevista publicada hoy por el diario Il Corriere della Sera.
Según el jefe de la diplomacia italiana, el Gobierno trabaja en una «gran conferencia internacional que debe ser el inicio de un verdadero proceso de estabilización del Sahel».
«La inestabilidad de la región subsahariana es dramática: desde esos países hay un empuje hacia el norte del continente, en particular hacia Túnez, para desembarcar en Italia, y luego un tiempo aquí para llegar a otros países», subrayó Tajani.
Así, el ministro afirmó que el Ejecutivo italiano «hace todo lo humanamente posible», pero la «acogida de inmigrantes irregulares pesa enteramente» sobre Italia con «enormes costos».
Fuente: Euro News