El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, aseguró que jamás se le pasó por la cabeza dar un golpe de Estado tras los hechos violentos en la que sus seguidores asaltaron las sedes de los tres poderes el pasado 8 de enero, después de los resultados electorales en la que salió victorioso Luiz Inácio Lula da Silva.
En una entrevista realizada por la radio Jovem Pan en Estados Unidos, Bolsonaro descartó tajantemente encabezar un movimiento para derrocar al actual jefe de Estado brasileño.
“Si quisiera dar un golpe, lo hubiera dado mientras era presidente, pero jamás pasó por nuestra cabeza”, puntualizó.
A pesar que el Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) investiga la participación del exmandatario por los sucesos de enero, Bolsonaro anunció su retorno a Brasilia este jueves 30 de marzo.
El militar retirado destacó que, aunque no tiene un cargo político en su país, él aún “no está jubilado” y realizará varias reuniones con sectores estratégicos. “Voy a reunirme con el Partido Liberal (PL) y vamos a ver cuál es nuestra estrategia”, puntualizó.
En la entrevista, Bolsonaro aseveró que su regreso al país sudamericano en esencia no es por el partido político sino por el pueblo, en la forma de que pueda representar a millones de brasileños.
Aunque enfatizó que no tiene “ambición de poder”, el PL desembolsillará 7.600 dólares mensuales para que el exmandatario viaje por el país y apoyar candidatos en las próximas elecciones municipales de 2024.
No son culpables
A principios de febrero, el expresidente defendió a los seguidores que atacaron las sedes de los tres poderes de Brasil y calificó una excesiva represión por parte de la fiscalía y del STF, en tratar a los detenidos como “terroristas”, a pesar de que la mayoría de ellos “ni siquiera tenían una navaja encima”.
“Tenemos ahora, que se van a cumplir dos meses, 900 personas presas, tratadas como terroristas. A los que no se ha encontrado, cuando fueron detenidos, ni siquiera una navaja. Y están presas. Son cabezas de familia, señoras, madres y abuelos”, mencionó Bolsonaro en una entrevista concedida a la agencia EP.
Sin embargo, los organismos de inteligencia confirmaron la existencia de explosivos, armas y municiones confiscados a los detenidos durante los actos vandálicos en las sedes de los poderes del estado.
Las investigaciones adelantadas confirmaron el hallazgo de un borrador con un decreto presidencial golpista en casa del exministro de Justicia de Bolsonaro, Anderson Torres, que en la actualidad está detenido por su presunta «negligencia» como secretario de Seguridad de Brasilia.
El texto, aunque no está firmado por Bolsonaro, habría permitido intervenir el Tribunal Superior Electoral (TSE) y anular el resultado de las elecciones.