Más de un millón de toneladas de agua radiactiva, utilizada para enfriar los reactores del complejo de Fukushima de Japón, durante el incendio de 2011 y hasta la fecha, podrían desecharse en el océano Pacífico, en el marco de la aprobación de un plan que firmó este viernes, la Autoridad Reguladora Nuclear del país.
La acción, que ya fue “categóricamente” rechazada por el gobierno chino, responde a la imposibilidad que tiene la nación nipona de almacenar el líquido que se continúan utilizando para enfriar los reactores derretidos. En promedio, cada día en Fukushima se bombearon cerca de 200 toneladas de agua.
Debate
Representantes de la planta aseguraron que el agua será tratada y que no representa un riesgo ecológico, ya que además contará con un proceso de filtrado complejo, que sumado a la dilución en grandes cantidades de líquido, lo vuelve inofensivo.
Enfatizaron que el único elemento que no es eliminado, el tiritio, es considerado dañino para las especies solamente en grandes cantidades, y que el proceso por el que someterán el agua la ubica sólo unos puntos por debajo de la composición de su categoría potable.
Además el desecho sería vertido alrededor de un kilómetros lejos de la costa, el proceso comenzaría en el año 2023, y por la complejidad tardará unos 30 años en completarse.
Pero China no está de acuerdo: “La eliminación de agua contaminada con energía nuclear en Fukushima podría afectar el medio ambiente marino mundial y la salud pública de los países de la costa del Pacífico. De ninguna manera es un asunto privado de Japón”, declaró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin.
La preocupación se ha extendido a los gobiernos de los demás vecinos y países cercanos, como es el caso de Corea del Sur, donde además se han manifestado sindicatos de pescadores de la nación y también nipones.
El 11 de marzo de 2011 un violento terremoto desencadenó un tsunami que golpeó con fuerza la costa este de Japón y causó daños en la Estación de Energía Nuclear de Fukushima Daiichi.
Millones de toneladas de agua que se usaron para el enfriamiento de los reactores, se han convertido en el centro de debate en el mundo. Por un lado las autoridades aseguran que no pueden seguir conteniendo el líquido, y por otro vecinos, pescadores y habitantes de la zona se niegan a que liberen lo que podría desencadenar un caos ambiental.