El magistrado de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge ha concluido que el beso del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, a la jugadora Jenni Hermoso no fue consentido y que fue una iniciativa «unilateral y sorpresiva».
El juez también propone juzgar al exentrenador de la selección femenina, Jorge Vilda; al director deportivo de la selección masculina, Albert Luque y al responsable de marketing de la RFEF, Rubén Rivera, por ejercer presiones sobre Hermoso.
«En el vuelo de regreso a España, el querellado Luis Rubiales trató de conseguir que Jennifer Hermoso accediese a hacer una manifestación pública, realizada conjuntamente con él, afirmando que el beso había sido consentido» señaló el juez.
Francisco de Jorge agregó que «el querellado pidió a Jorge Vilda que hablase con el hermano de la querellante para convencerla de que participase en la realización de un video con el contenido pretendido».
La justicia española considera que hay indicios de una acción acordada de los tres con Rubiales para persuadir a Hermoso para que afirmara que el beso fue consentido.
El pasado 2 de enero el juez tomó las declaraciones de la futbolista española en las que reiteró que el beso fue «inesperado» y en ningún momento fue «consentido», revelaron fuentes judiciales.
Adicionalmente, Hermoso afirmó que sufrió «atosigamiento constante» de Rubiales y de su entorno en los días subsiguientes, que le produjo una situación de «desasosiego y tristeza», apuntó la fuente.
El expresidente de la RFEF también ofreció sus declaraciones, a pedido del juez, y mantuvo su posición de que el beso fue consentido.