Este martes la justicia salvadoreña condenó a 1.310 años de prisión a un pandillero de la pandilla Mara Salvatrucha por varios delitos.
Wilmer Segovia fue declarado culpable de haber cometido 33 homicidios, nuevo proposiciones para cometer asesinatos y varias extorsiones, según informó en sus redes sociales el fiscal general, Rodolfo Delgado.
“Los pandilleros que tanto dolor y llanto le han causado al pueblo salvadoreño, NO VAN A SALIR. Permanecerán encerrados hasta que paguen por cada uno de sus crímenes. Nos encargaremos de eso”, agregó Delgado.
No es la primera vez que un preso es condenado en El Salvador con una pena elevada. Anteriormente, Miguel Ángel Portillo, que también formaba parte de la Mara Salvatrucha, fue condenado a 945 años de prisión por haber cometido 22 homicidios, cuatro proposiciones para cometer asesinato, un intento de hominicio y extorsiones.
Desde el 27 de marzo de 2022 están suspendidas las garantías constitucionales en El Salvador, como medida para abordar el incremento de la violencia cometida por pandillas. Sin embargo, esta decisión ha sido criticada porque podría abrirle la puerta a la comisión de violaciones de derechos humanos, destacó Human Rights Watch.
El 26 de marzo de 2022, El Salvador registró la alarmante cifra de 62 homicidios, aparentemente cometidos por pandillas, lo cual constituyó la mayor tasa diaria de homicidios en varios años.
El 2 de febrero el presidente Nayib Bukele anunció la inauguración de una megacárcel llamada «Centro de Confinamiento del Terrorismo», que es considerada la cárcel más gran de América Latina y según el ministro salvadoreño de Obras Públicas, Romeo Rodríguez, “sería imposible de escapar”.
El Salvador es el país con la mayor tasa de población penitenciaria del mundo.