Luego que el presidente Joe Biden se reuniera con el líder chino Xi Jinping; la Vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, anunció que viajará a las islas Filipinas de Palawan.
En este escenario, se prevé que Harris se reúna con residentes, líderes de la sociedad civil y representantes de la Guardia Costera de Filipinas. La visita busca fortalecer el compromiso de la administración de EE.UU. en apoyar a Filipinas en la defensa del orden marítimo internacional basado en normas en el Mar de China Meridional, apoyando los medios de vida marítimos y combatiendo la pesca ilegal, no regulada y no declarada.
El viaje de Harris también incluye una parada en Tailandia para la reunión de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico.
Cabe destacar, que Filipinas es un aliado de Estados Unidos en materia de defensa; actualmente buscan crear alianzas para desalentar los pasos que consideran “agresivos” de China, incluso en Taiwán.
Por su parte, la opinión pública y medios nacionales e internacional catalogan la visita de Harris como una medida de presión ante China, quien ha dragado el fondo marino para construir puertos y pistas de aterrizaje en las Spratly, partes de las cuales también son reclamadas por Malasia, Filipinas, Taiwán y Vietnam.
En este mismo contexto, China se encuentra reclamando algunos territorios en las aguas de Palawan y gran parte del Mar de China Meridional, citando mapas históricos nacionales. Sin embargo, un fallo de arbitraje internacional de 2016 dijo que las reclamaciones chinas no tenían base legal.
Durante su último viaje por Asia, Harris acusó a China de acciones para "coaccionar e intimidar" a los países vecinos.