El 17 de enero, Kensington Palace ínformó que Kate Middleton se había visto obligada a someterse a una cirugía abdominal planificada.
“Se espera que permanezca en el hospital entre diez y catorce días. Según los consejos médicos actuales, es poco probable que regrese a sus funciones públicas hasta después de Semana Santa», se indicó en el comunicado oficial.
Pero con el correr de los días, el silencio se impone.
Ocho días después, la única noticia relacionada con la operación quirúrgica se reduce a las fotografías tomadas al príncipe Guillermo saliendo de la clínica luego de visitar a su esposa. Ni siquiera los medios gráficos hacen guardia periodística en las puertas del centro sanitario. “Por respeto”, se indica en las redacciones de las televisoras, tabloides y agencias de comunicación.
Emily Nash, redactora de la sección de Casas Reales de la revista ‘Hello!’, indicó: «A Kate le encanta usar FaceTime con sus hijos cuando está trabajando en el extranjero, así que ahora que está en el hospital seguro que lo hace regularmente. Y, con toda probabilidad, lo hará varias veces al día para que no sufran demasiado por su ausencia”.
«Los niños siempre están en el centro de su universo. Ese seguirá siendo el caso. Quieren asegurarse de tener la mayor normalidad posible», dijo The Times.
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Además, se sabe que Kate Middleton en The London Clinic lee los «cientos de cartas y tarjetas» que ha recibido de distintas partes de todo el mundo, en las que la gente le envía los mejores deseos en su proceso de recuperación.
