Kim Kardashian rompió el silencio tras varios días de críticas por su relación laboral con la marca Balenciaga por la campaña en la que presentó a niños abrazando peluches con vestimenta bondage.
La fundadora de SKIMS, comentó a través de sus redes sociales que había esperado para hablar "no porque no me hayan disgustado e indignado las recientes campañas de Balenciaga, sino porque quería tener la oportunidad de hablar con su equipo para entender por mí misma cómo esto podría haber pasado".
Además, agregó que, como madre, quedó totalmente indignada y sacudida por las perturbadoras imágenes.
"La seguridad de los niños debe tener la máxima consideración y cualquier intento de normalizar el abuso infantil de cualquier tipo no debe tener cabida en nuestra sociedad, punto", escribió para sus 74 millones de seguidores en Twitter.
La casa de moda, cuyo director artístico es Demna Gvasalia, apuntó como “culpable” de la incómoda situación al diseñador de los sets y a la casa productora encargados de la realización de la campaña, quienes fueron demandados por 25 millones de dólares.
¿Qué sucedió con Balenciaga?
La campaña de Balenciaga revolucionó las redes sociales cuando los consumidores notaron que las imágenes eran protagonizadas por niños que posaban de forma sugerente con osos de peluche, que lucían trajes de cuero asociados a las dominatrices.
La marca suspendió todas sus cuentas en las redes sociales para evitar el escarnio y además “tratar de arreglar lo ocurrido”.
De acuerdo con TMZ, el fotógrafo a cargo de las imágenes, aseguró que no tuvo nada que ver con el diseño de los escenarios, ya que solo seguía órdenes de sus empleadores.
Hasta ahora, la ex esposa de Kanye West, ha sido la única celebridad de la larga lista de celebridades asociados a la marca en hacer un pronunciamiento aunque no especificó si romperá o no, su relación con Balenciaga.
En los últimos días, cientos de internautas desbordaron la red social de Elon Musk con comentarios negativos acerca de la casa de moda.