El capitán de la guardia costera estadounidense, Jason Neubauer, dijo que el objetivo de la pesquisa es conocer lo que pasó con la nave para evitar que vuelva a repetirse.
«Como investigador principal, he sido testigo del impacto personal asociado a este tipo de sucesos y mi principal objetivo es evitar que se produzcan hechos similares, haciendo las recomendaciones necesarias para mejorar la seguridad del ámbito marítimo en todo el mundo», explicó Neubauer durante una conferencia de prensa celebrada este domingo 25 de junio.
El funcionario añadió que se trata de «la investigación de más alto nivel que lleva a cabo la Guardia Costera» estadounidense, y aclaró que se realizará en cooperación con gobiernos y organizaciones marítimas internacionales.
«Como investigador principal, he sido testigo del impacto personal asociado a este tipo de sucesos y mi principal objetivo es evitar que se produzcan hechos similares, haciendo las recomendaciones necesarias para mejorar la seguridad del ámbito marítimo en todo el mundo», explicó Neubauer durante una conferencia de prensa celebrada este domingo 25 de junio.
El funcionario añadió que se trata de «la investigación de más alto nivel que lleva a cabo la Guardia Costera» estadounidense, y aclaró que se realizará en cooperación con gobiernos y organizaciones marítimas internacionales.
Sin embargo, el pasado jueves 22 de junio se supo que una implosión por la presión externa del agua en el sumergible causó la muerte instantánea de sus tripulantes, entre ellos el CEO de OceanGate Expeditions, la compañía que organizaba esta excursión, al encontrarse restos de la embarcación a 3.800 metros de profundidad.
De acuerdo a información publicada por la prensa estadounidense, al menos 46 personas ya habían viajado con éxito en el sumergible para ver los restos del Titanic entre los años 2021 y 2022.
Pese a estos antecedentes, numersos exempleados de la empresa, incluyendo su exdirector de operaciones marinas, habían advertido internamente sobre la seguridad del sumergible, diciendo que los resguardos para proteger a los tripulantes eran inadecuados, algo que la compañía rechazaba.
Tras conocerse la noticia del fatídico desenlace del Titán, se supo además que una red secreta de sensores establecidos por la Marina de EEUU en aguas del Atlántico norte había detectado una señal acústica similar a una implosión el mismo domingo que el submarino había perdido contacto con el buque de superficie, después de iniciar la inmersión.
Fuente: Sputnik