Las siamesas Daisy y Violet Hilton nacieron el 5 de febrero de 1908 en Sussex, Inglaterra, y se hicieron muy famosas y adineradas, pero no solo terminaron en la pobreza, sino que una de ellas debió vivir con el cadáver de la otra pegado a su cuerpo.
La madre de Daisy y Violet, Kate Skinner, era una joven mucama de 21 años cuando tuvo un breve romance con el hijo de la adinerada familia para la que trabajaba. Consciente de la prohibición social que enfrentaba su relación, Skinner sucumbió a la tentación y pronto confirmó su embarazo. Al dar a luz a las gemelas siamesas, Skinner quedó horrorizada al ver su condición, considerada una monstruosidad en aquel tiempo, convencida de que era un castigo divino por sus acciones.
Las niñas nacieron unidas en la región lumbar pero compartían órganos. A pesar de que esto auguraba una vida saludable, Skinner rechazó a las bebés al momento del parto, ofreciéndolas a la partera Mary Hilton a cambio de unas monedas. Así, las gemelas adoptaron el apellido Hilton, no por amor, sino como una inversión para la partera que las acogió debido a su precaria situación económica.
Expuestas desde temprana edad como atracciones de circo, Daisy y Violet crecieron exhibiéndose en espectáculos de fenómenos, donde aprendieron a tocar varios instrumentos y destacaron por su talento y belleza.
Cuando Mary Hilton murió y por un contrato confuso, las chicas quedaron registradas en el testamento como parte de la herencia que le quedaría a la hija de Mary, Edith.
Llevadas a Estados Unidos por los Meyers, Daisy y Violet se convirtieron en parte del circuito circense y teatral, ganando fama y reconocimiento. Sin embargo, su vida daría un giro oscuro cuando salieron a la luz los abusos sufridos a manos de su agente, William Oliver, y las acusaciones de explotación por parte de los Meyers.
Tras un juicio muy mediático, las hermanas Hilton lograron independizarse y demandaron a sus tutores, recibiendo una compensación económica. Su notoriedad alcanzó su punto máximo al protagonizar la película «Freaks» en 1932, aunque su carrera posterior fue marcada por altibajos y escándalos.
En un momento, Violet estuvo comprometida con un actor llamado Maurice Lambert, pero no pudo obtener una licencia de matrimonio debido a su condición. Más tarde, Daisy se casó con un actor llamado Harold Estep, pero su matrimonio fue anulado poco después.
El declive de las siamesas Hilton las llevó a abrir un modesto negocio gastronómico en Miami, pero el estigma y la discriminación las persiguieron hasta el final de sus días. Arruinadas y olvidadas, fallecieron en 1969.
Ambas mujeres contrajeron gripe y fallecieron a causa de sus síntomas. Desgarradoramente, Daisy contrajo la gripe primero y murió antes que Violet.
Violet permaneció viva entre dos y cuatro días más que Daisy, pegada al cadáver en descomposición de su hermana, hasta que ella también enfermó gravemente y murió.
