El festival Holi es una de las imágenes más sorprendentes de la India: celebra la victoria del bien sobre el mal y el amor entre el dios hindú Krishna y Radha.
La ceremonia -que dura dos días- se celebra según el calendario hindú, en la última luna llena del invierno, es decir, entre finales de febrero y mediados de marzo en el cambio de la fría temporada invernal a temperaturas más cálidas. Por la llegada de la primavera también se asocia a un nuevo comienzo en el que las personas dejan atrás el pasado.
Explica el portal de National Geographic que la primera noche (Holika Dahan o Chhoti Holi) se celebra alrededor de una hoguera para recordar la leyenda del rey demoníaco, Jirania Kashipú, quien exigió que todos lo adorasen como a un dios. Pero su hijo, Prajlada, se opuso y lo enojó. Así Jirania Kashipú ideó muchos planes malvados para matar a su hijo, pero no lo logró.
Al final, la hermana del rey, Holika, que era hechicera, decidió matar a su sobrino así que lo invitó a una hoguera gigante con Prajlada, donde sus poderes mágicos la protegerían del fuego, mientras el niño moriría.
Pero sus planes fallaron y el niño sobrevivió, mientras que la hechicera ardió hasta quedar hecha ceniza.
Por eso, para representar la victoria del bien sobre el mal, los habitantes de la India construyen fogatas gigantes y cantan y bailan toda la noche alrededor del fuego.
El día central, que este año coincide con el 8 de marzo, es el que se conoce internacionalmente como Holi, aunque también se le denomina Rangwali Holi o Dhulhendi. Es cuando se lanza el polvo de colores o gulal.
Cabe destacar que los primeros comerciantes y colonizadores británicos, dejaron testimonios escritos sobre esta celebración desde el siglo XVII.
Este día, en la mayoría de localidades indias y nepalíes se concentran personas de diferentes castas, condiciones sociales, religiones y edades con un único objetivo: pasárselo bien.
El arrojarse colores está ligado a otra leyenda local que hace referencia a la historia de amor de Radha y Krishna. Según el relato, Krishna preguntó a su madre, Yashoda, por qué Radha tenía la piel blanca y el azul. Ella, entonces, les pintó el rostro con colores para que la pareja fuera igual.
Desde entonces todos los enamorados se pintan la cara con los colores del Holi.
Los cuatro colores principales representan diferentes conceptos son: el rojo refleja el amor y la fertilidad, el azul es el color de la deidad Krishna, el amarillo es el color de la cúrcuma y el verde simboliza la primavera y los nuevos comienzos.
Aunque las costumbres pueden ir variando dependiendo de la zona, en términos generales las familias se reúnen y disfrutan de platos típicos llenos de sabor como las gujiyas (empanadas rellenas de frutos secos); las mathri (galletas a base de harina y especias); el papad (harina de frijol frita y crujiente); la malpua (crepe con azúcar y coco); y el thandai (bebida de almendras, leche, azúcar, especias y pétalos de rosa).
Todos se dicen «Holi Hai» -en hindi- y en los vecindarios se puede escuchar música de baile religiosa y festiva de los altavoces, ubicados donde la gente se reúne para jugar con pinturas y colores.