La aparición de la Inteligencia Artificial (IA) y el manejo torpe de la información sobre su usabilidad y alcance, ha desatado temores porque acabaría con múltiples profesionales, pero la verdad es que la tecnología siempre cambia el mercado laboral y cuanto más disruptiva es, más importante será el cambio producido.
Aunque, efectivamente, algunas personas podrían quedar sin trabajo por este tipo de herramientas, la verdad es que la mayoría no solo se adaptará, sino que empezará a usarla para su beneficio laboral.
Además, otro gran porcentaje tendrá trabajo gracias a desarrollos a partir de la IA. Quizás no necesitemos tantos montadores o mecánicos de automóviles, pero sí más diseñadores 3D, y especialistas en robótica, para empezar.
Analistas consideran que el momento es similar a los años 80 con el desarrollo de la informática. Muchas empresas necesitaron muchos menos administradores contables porque su trabajo lo hacían programas de computadoras. También en las empresas de arquitectura sustituyeron a los delineantes por diseñadores.
Por ahora, la IA que crea textos e imágenes puede poner en peligro a programadores y redactores, así como algunas máquinas en los supermercados sustituyen a los cajeros o los taxis autónomos que sustituyen a los conductores.
Algunos puestos de asistentes o secretarios serán reemplazados por sistemas de inteligencia artificial muy avanzados, capaces de crear respuestas personalizadas a correos electrónicos, organizar las agendas e incluso responder llamadas sin necesidad de molestar a la persona a la que sirven.
En cuanto a la escritura, es posible que los chats con inteligencia artificial sustituyan a personas que redacten documentos legales o textos muy simples para publicidad, sin embargo, en el caso de personas que hacen artículos periodísticos o científicos en los que el razonamiento es el principal elemento, es mucho más cuesta arriba.
Lo mismo sucede con la creación de imágenes. Definitivamente los puestos de trabajo que se limitan a crear diseños genéricos están en peligro, pero no así los ilustradores que buscan una expresión artística concreta.
Siendo justos, habrá ilustradores capaces de sacarle partido a las nuevas herramientas y gente muy creativa que ahora será capaz de plasmar lo que imagina en una ilustración, aunque no tenga la técnica necesaria para pintarla.
Como con todos los cambios tecnológicos, la capacidad de los trabajadores de reinventarse y reciclarse será clave.
Como siempre, los trabajos con menor cualificación serán los que más peligren, pero si algo ha demostrado la IA, es que incluso los que estén en puestos más relevantes verán cambiado su día a día.
