Una multitudinaria marcha de unos 15 mil latinos migrantes se dirige desde México hacia la frontera con Estados Unidos para intentar cruzarla, mientras que el subsecretario de EE.UU para América Latina, Brian Nichols, les envía mensajes amenazantes.
“La frontera está cerrada, no se arriesguen”, expresó Nichols; “le digo a esta gente que no arriesguen sus vidas en una jornada larga que no va a resultar en la entrada a EE.UU”, enfatizó desde la Cumbre de las Américas que se celebra en Los Ángeles y donde el tema de las migraciones es prioridad para el anfitrión.
Nichols afirmó que el tema migratorio es abordado en este encuentro internacional, en el que Washington busca llegar a acuerdos con el resto de los países vecinos para que acojan a los refugiados y frenar así los flujos migratorios.
La masiva caravana avanza desde Tapachulas (Chiapas, México) con decenas de miles de migrantes de distintos países, quienes aspiran pasar hacia el otro lado de la frontera.
El director del Centro de Dignificación Humana de México, Luis García, dijo que el hecho de realizar la caravana simultáneamente a la Cumbre de las Américas tiene impacto, ya que logran más cobertura con corresponsales nacionales e internacionales que la misma Cumbre. “Creemos que esto ha llegado a los oídos de todos”, señaló.
Sobre este tema, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel dijo que en la Cumbre de Las Américas -donde Cuba, Nicaragua y Venezuela no participan por decisión del presidente Joe Biden- no analizarán la migración hacia las economías del norte como una consecuencia del “modelo global capitalista y el avance del neoliberalismo”.
Cuba es el segundo lugar de origen de los migrantes detenidos por las autoridades fronterizas estadounidenses, por lo que Díaz-Canel responsabiliza al gobierno de EE.UU de implantar “una política orientada al estímulo de la emigración irregular” cuando mantiene una “guerra económica” contra esa isla caribeña.