La industria del entretenimiento de Corea del Sur agranda su popularidad y multiplica sus beneficios a nivel mundial con el paso de los años, un fenómeno que también se nota en España, donde los negocios relacionados con la cultura del país asiático también crecen en número e ingresos.
“Mi país está de moda”, sonríe el embajador de la República de Corea en España, Sahnghoon Bahk, publicó EFE sobre este fenómeno.
Tras esta afirmación subyace la fascinación por una cultura que mezcla pasado y futuro, pero también una potente industria del entretenimiento y contenidos culturales, financiada desde los noventa por el Gobierno coreano, que la considera clave para el desarrollo económico del país.
Así, cuentan con una agencia nacional dedicada a la creación, producción y distribución de contenidos culturales (Korea Creative Content Agency), que pretende alcanzar los 2 billones de wones (1.400 millones de dólares) en exportaciones en 2030, y un fondo del Ministerio de Cultura para la promoción de este tipo de productos de 167 millones de euros para 2023, entre otras inversiones.
El apoyo gubernamental, la universalidad y creatividad de los contenidos y el éxito en redes sociales impulsan, según Bahk, la expansión de la «Hallyu», término que se traduce como «ola coreana» y en la que se incluyen el k-pop (música), k-drama (telenovelas), k-movies (cine), k-beauty (cosmética), k-food (gastronomía), k-cartoons (manga) o el éxito de Corea del Sur como nuevo destino de turismo médico.
El poder del «k-pop»
Solo el «k-pop», punta de lanza de la industria del entretenimiento surcoreano, inyecta anualmente más de 9.320 millones de dólares a la economía nacional y se espera que para 2031 supere los 18.640 millones.
La buena salud del entramado musical coreano se observa en los resultados de Hybe, sello discográfico de la banda BTS y principal empresa del sector, que logró incrementar su beneficio bruto de explotación (ebitda) 50 % en el segundo trimestre de 2023 respecto al primero, hasta los 75 millones de dólares.
No obstante, el poderío de los artistas traspasa las fronteras coreanas y empieza a notarse en España, donde BTS pretendía llenar el Estadio Olímpico Lluís Companys en 2020 si no hubiera sido por la pandemia, mientras que Blackpink agotó las 18.000 entradas del Palau Sant Jordi en 2022.
El festival KPop LUX -el mayor de este género- hizo parada en Madrid en julio y reunió a 33.000 personas, según datos facilitados a EFE por L.A. Rock Entertainment, promotora del evento organizado por la cadena de televisión seulense SBS.
“SBS tiene planeado seguir con este evento en España por varios años”, confirma el embajador, quien señala que fue emitido en agosto en Corea.
La millonaria industria cosmética
El fulgurante ascenso del «k-pop» ha propiciado que otros componentes de la ‘Hallyu’ mejoren sus cifras, como es el caso de la industria cosmética, que alcanzará un valor de más de 20.100 millones de euros en 2027, según la consultora Expert Market Research.
Decenas de plataformas web ofertan productos de «k-beauty» en España -muchas de ellas creadas por empresarios o capital españoles-, aunque algunas se centran exclusivamente en la venta de cremas, mascarillas o maquillajes coreanos, como MiiN Cosmetics, Planet Skin, Korean Beauty Shop o Korean Queens.
“El éxito de la cosmética coreana radica en la combinación de productos eficaces, formulados mediante tecnología punta y con ingredientes de calidad, packaging atractivos y a un precio asequible”, explica a EFE la directora de marketing de MiiN Cosmetics, María Altur, que también destaca la popularidad del país.
Un catálogo de productos que, por ejemplo, a MiiN Cosmetics le valió una facturación global de 10 millones de dólares, que prevén que crezca un 50 % en 2023 hasta los 17 millones.
Asimismo, la distribuidora ha podido abrir 16 tiendas físicas en Europa, la mayoría en España, en sus 10 años de existencia, además de programar la inauguración de cuatro más hasta finales de 2023, con lo que se acerca a su objetivo de llegar al centenar de locales en el continente en los próximos cuatro años.
“Además, queremos abrir un centro logístico en Seúl y llevar nuestras marcas propias -Meisani y Ondo Beauty 36.5- a Latinoamérica”, añade Altur.
Planet Skin, otra plataforma española especializada en cosmética coreana, también incluye el salto a otros países en su estrategia empresarial: a finales de 2023 arranca con la distribución de productos en Europa Central y en 2024 lo hará en Oriente Medio y Turquía y ampliará su negocio en Alemania y Dinamarca.
“Nuestras ventas fuera de España son lo más importante actualmente”, resalta a EFE el director ejecutivo de Planet Skin, Miguel Ángel Grandía, quien califica 2023 como un año excelente”gracias a sus resultados en EEUU y Reino Unido. La compañía facturó 10,7 millones en 2022, un 14 % más que un año antes.
Más negocios en España
El aumento de “consumidores” de cultura coreana repercute en la apertura y funcionamiento de negocios en España que abarcan desde la restauración y el ocio hasta la moda o la literatura.
“Madrid cuenta con más de 30 restaurantes coreanos y Barcelona con más de 10, pero también hay en Sevilla, Granada o Valencia. Puede ser que haya más de 60 en toda España”, puntualiza Bahk.
En la capital, la Librería Aprende Coreano Hoy apunta a EFE que en cuatro años se han duplicado los libros vendidos en dicho idioma, ritmo que “se mantendrá en el futuro”.
También se han multiplicado los adeptos al idioma y solo el Instituto Rey Sejong, a través del Centro Cultural Coreano, recibe 1.200 solicitudes para las 300 plazas que ofrece cada semestre, según señala a EFE Oh Ji-hoon, el director de la institución, que atrae a 10 veces más visitantes y participantes en eventos que hace 12 años, cuando abrió sus puertas.
Por su parte, la tienda de moda barcelonesa Hallyu Outfit, que importa ropa y accesorios desde Corea, comparte con EFE que las ventas han subido, sobre todo tras un cambio de local, y esperan alcanzar un incremento de “al menos un 30 % en los próximos dos años”.
Además de la inauguración de establecimientos, la ‘ola coreana’ empuja a centenares de españoles al país oriental, que en los primeros siete meses del año recibió a 16.767 visitantes, un 248 % más respecto al mismo periodo el año anterior, cuando se anotaron 4.822 turistas, según datos ofrecidos por la embajada de la República de Corea.
En comparación a prepandemia, pese a que es pronto para afirmar si se rebasarán los números de 2019, el dato de julio de 2023 (3.610), último registrado, es un 17 % más alto que su equivalente previo a la crisis sanitaria (3.066).
“Más de 30.000 españoles visitaron Corea antes de la pandemia y espero que con la recuperación de los vuelos directos crezca todavía más”, afirma el diplomático, quien asegura que 10 vuelos semanales conectan Madrid (3) y Barcelona (7) con Seúl, la mayoría con una ocupación superior al 95 %.
Se trata de consecuencias directas del choque de la ola originada a más de 10.000 kilómetros de distancia. “La industria coreana no son solo automóviles, móviles y semiconductores”, sentencia Bahk.