La nueva película de James Cameron Avatar: El Camino del Agua es un filme que presenta a la familia Sully (los protagonistas de la primera parte y sus nuevos hijos) luchando para proteger su planeta, Pandora, de los humanos que regresaron para apropiarse una vez más de sus recursos naturales y destruir todo a su paso.
El mensaje ecologista y de protección sigue intacto. Si bien en la primera parte el referente a la selva amazónica era patente, en esta ocasión –como su título lo sugiere- los escenarios son marinos y con una gran cantidad de seres maravillosos y coloridos (sigue presente el color neón como protagonista del hecho cromático).
En esta ocasión, la eterna batalla del bien contra el mal es menos impactante que en la primera entrega. Las criaturas siguen siendo bellas y luminosas pero el espectador ya conoce el mundo “Pandora” así que el hilo narrativo pudo ser más arriesgado y menos ceñido a repetir la historia de los Avatares casi al pie de la letra.
Desde un punto de vista más profundo –y aunque se trata de una película de ciencia ficción- resulta inverosímil considerar que seres de otros planetas planteen las situaciones con los mismos cartabones humanos. Parece exagerada el enfoque antropomórfico.
Las actuaciones van por cuenta de Sam Worthington, Zoe Saldaña, Sigourney Weaver, Kate Winslet y Stephen Lang.
La calidad técnica es muy alta y en detalles como las pieles de los nuevos personajes (las tribus acuáticas son verdes y con extremidades más adaptadas a este ambiente) se ven parte de los US$460 millones que costó rodarla.
Nicholas Barber, de BBC, hizo una fuerte crítica: “Durante las tres horas, la trama es solo sobre los Sully yéndose en sus vacaciones familiares, Qaritch encontrándolos, y todos enfrentándose en una climática, pero pequeña batalla en el mar. Y ya. No hay estrategias militares complicadas, o conversaciones profundas o personajes matizados: Terminator tenía más personalidad que cualquiera en El camino del agua’”.
Aunque el gran estreno fue el fin de semana, las salas de cine no se han llenado como las proyecciones esperaban.
Hasta el momento, Avatar: El Camino del Agua ha recaudado US$130 millones en la taquilla estadounidense, un número indudablemente sorprendente pero que no cierra bien con las proyecciones de al menos US$150 millones.
