Un estudio realizado por el University College London, y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, reveló que las personas que viven en la pobreza tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades crónicas y muestran signos de envejecimiento más rápidamente que aquellas con mayores niveles de riqueza. Business Insider dio a conocer los resultados de esta investigación.
Metodología y grupos de riqueza
La investigación siguió a 5.000 personas mayores de 52 años en el Reino Unido durante casi una década, dividiéndolas en cuatro grupos según su nivel de riqueza:
- El grupo más alto tenía una riqueza promedio de alrededor de 834.000 dólares.
- El segundo más alto, un promedio de 310.263 dólares.
- El segundo más bajo, alrededor de 180.000 dólares.
- El más bajo, aproximadamente 32.000 dólares.
La riqueza se eligió como el mejor indicador del estado financiero para las personas mayores, ya que otros factores como la educación, la ocupación o los ingresos son más representativos en personas de mediana edad.
Resultados del estudio
Los hallazgos mostraron que, después de aproximadamente ocho años, aquellos con los niveles de riqueza más bajos experimentaron un «declive acelerado» en varios aspectos de su salud:
- Salud Física: Mayor disminución en la velocidad al andar, fuerza de agarre y mayor incidencia de discapacidades visuales y auditivas.
- Por ejemplo, la disminución en la velocidad al andar fue un 38% mayor entre los más pobres en comparación con el grupo más rico.
- Un 16% de las personas con menos riqueza tuvo problemas de visión, frente al 10% en la categoría más rica.
- Capacidad Cognitiva: Peor desempeño en memoria y habilidades verbales.
- Bienestar Emocional: Mayor prevalencia de síntomas depresivos.
- Rasgos Sociales: Pérdida de lazos sociales y menor participación en grupos y organizaciones.
Factores contributivos
Los investigadores señalaron varias razones por las cuales las personas ricas pueden envejecer más lentamente:
- Acceso a más recursos culturales y entornos estimulantes.
- Disponibilidad de gimnasios y zonas verdes.
- Menor exposición al estrés y a la contaminación.
En contraste, las personas con menor riqueza pueden enfrentar más estrés a lo largo de sus vidas y estar expuestas a mayores niveles de contaminación, lo cual contribuye a un deterioro más rápido de su salud física y mental.