La historia de Lama Osel Hita Torres es, sin duda, una de las más fascinantes y paradójicas del mundo moderno.
Nacido en 1985 como hijo de dos hippies españoles, Francisco Hita y María Torres, su vida dio un giro inesperado cuando, a la edad de solo 2 años, fue reconocido por el Dalai Lama como la reencarnación de Lama Thubten Yeshe, un influyente monje budista.
De Ibiza al monasterio en India
Osel nació en un entorno singular. Sus padres, inspirados por Lama Yeshe, se mudaron a un centro budista en las montañas de La Alpujarra, en el sur de España. En ese contexto, Lama Zopa, el principal discípulo de Lama Yeshe, identificó al pequeño Osel como la reencarnación de su maestro.
Con solo 18 meses, fue llevado a India para someterse a pruebas que confirmaron esta afirmación. Según relata Osel, durante las pruebas eligió siempre los objetos correctos, pertenecientes a Lama Yeshe, y reconoció a personas y lugares que nunca había visto antes.
Desde ese momento, su vida se convirtió en una serie de viajes a los centros budistas que Lama Yeshe había fundado en todo el mundo, y su conexión con sus padres se fue desvaneciendo. «Me considero huérfano», confiesa Osel en una entrevista.
Una infancia aislada y la influencia de Linkin Park
A los seis años, fue llevado al monasterio de Sera Jey en Karnataka, donde comenzó su formación oficial como monje. Sin embargo, Osel no era un niño como los demás. Vivía en aislamiento, rodeado de personas que lo trataban con reverencia, pero que también lo mantenían apartado del contacto humano.
«Tenía que ser célibe por el resto de mi vida, tenía que ser monje. Tenía que sentarme en un trono, estaba completamente aislado», recuerda Osel. A pesar de las estrictas normas del monasterio, logró introducir música de contrabando, incluyendo discos de Linkin Park, Limp Bizkit y Estopa, que escuchaba en secreto en su habitación.
La música de Linkin Park, en particular, resonó profundamente con él: «Quiero ser comprendido, quiero ser reconocido, quiero ser amado», frases que reflejaban exactamente lo que estaba sintiendo en ese momento.
La reivindicación de su libertad en Ibiza
A medida que crecía, Osel comenzó a cuestionar su vida en el monasterio. A los 16 años, convenció a los monjes de que le permitieran estudiar dos meses en un instituto en Ibiza, argumentando que, como occidental, necesitaba comprender mejor su cultura para conectar más profundamente con ella.
Esa experiencia fue un despertar para Osel. Descubrió la libertad, pero también la dureza del mundo exterior. Fue víctima de bullying durante las primeras semanas, pero lejos de desanimarse, se sintió feliz de poder interactuar con otros jóvenes.
Además, descubrió la pasión por las motos y experimentó su primer beso, momentos que describe como liberadores y trascendentales.
El momento decisivo y el cambio de vida
A los 18 años, Osel tomó la decisión que cambiaría su vida para siempre: abandonar el monasterio y reclamar su independencia. A pesar de la presión de la comunidad budista para que regresara, Osel se mantuvo firme en su decisión.
«Debía vivir mi propia vida, era mi derecho. Nadie más tenía que decidir», afirma con convicción.
Su salida del monasterio lo llevó a explorar los extremos opuestos de la vida. Desde una traumática visita a una playa nudista hasta noches en discotecas de Ibiza, Osel comenzó a experimentar todo lo que había estado prohibido en su vida anterior.
Sin embargo, este proceso no fue fácil. «Tuve que capacitarme para ser parte de la sociedad. Me costó mucho tiempo cambiar mi programación», confiesa.
Un nuevo camino
Después de años de búsqueda, Osel encontró un nuevo equilibrio. Aunque aún mantiene contacto con la comunidad budista, se ha distanciado para encontrar su propia identidad.
«No sabía quién era. No tenía identidad propia», admite. Este proceso de autodescubrimiento lo llevó a vivir numerosas aventuras y a relacionarse con personas de todas las esferas sociales.
Hoy en día, a sus 32 años, Osel es padre y se esfuerza por ofrecerle a su hijo una infancia diferente, llena de estabilidad emocional y amor. «Por suerte, mi hijo es un niño muy feliz con una estabilidad emocional asombrosa», concluye.
Su historia ya ha sido contada. En noviembre de 2022, HBO Max, actualmente Max, estrenó la serie Osel, un recuento de 6 episodios narrados por el mismo protagonista y dirigidos por el premiado creador Lucas Figueroa.
Actualmente Osel es director de cine, y una persona conocida en España como «El Niño Lama Español», una historia que le ha valido múltiples entrevistas por la rareza que lo caracteriza.
Con información de BBC Mundo