Este viernes la Agencia Internacional de Energía (AIE) señaló que las emisiones mundiales de dióxido de carbono asociadas a la energía aumentaron 1,1% en 2023.
El informe «Emisiones de CO2 en 2023», elaborado por la AIE, señaló que las emisiones alcanzaron los 37.400 millones de toneladas, debido especialmente a la caída de la producción hidroeléctrica por las sequías extremas que afectaron las economías.
Sin embargo, el incremento se desaceleró con respecto a 2022 cuando las emisiones de CO2 crecieron en 490 millones de toneladas.
Sin tecnologías de energía limpia, el aumento global de las emisiones de CO2 en los últimos cinco años habría sido tres veces mayor.
El año 2023 estuvo marcado por el declive de la generación hidroeléctrica debido a las prolongada sequías que afectaron a países como China, Canadá y Estados Unidos, que tuvieron que recurrir a las contaminantes centrales termoeléctricas, lo que generó un aumento de 170 millones de toneladas de CO2.
El gigante asiático aumentó en 565 millones de toneladas sus emisiones, debido a que tuvieron que apelar a fuentes de generación más contaminantes por el descalabro que dejó la pandemia del Covid en su economía.
Aunque las economías avanzadas si lograron un descenso en sus emisiones y se logró registrar el nivel más bajo de uso de carbón desde principios del siglo XX.
Según los expertos de la ONU, las emisiones deberían alcanzar un pico antes de 2025 y caer en 43%, con respecto a 2019, desde ahora hasta 2030.
La AIE recordó que sin las tecnologías de energía limpia «el aumento mundial de las emisiones de CO2 en los últimos cinco años habría sido tres veces mayor».
«La transición a la energía limpia ha sido sometida a una serie de pruebas de resistencia en los últimos cinco años y ha demostrado su resiliencia», según Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE.