Las personas más expresivas suelen agradar a los demás mucho más que aquellas que no lo son.
Sonreír, fruncir el ceño o levantar las cejas no son solo gestos inconscientes. Un estudio reciente de la Universidad de Nottingham Trent (Reino Unido) revela que estas expresiones faciales son herramientas clave para mejorar nuestras interacciones sociales y entender mejor nuestra evolución como especie.
Expresividad y éxito social
Eithne Kavanagh, autora principal del estudio, destacó: «Nuestros datos demuestran que la expresividad facial está relacionada con resultados sociales positivos. Las personas más expresivas tienen más éxito al atraer compañeros sociales y establecer relaciones».
Además, ser expresivo «también podría ser importante en la resolución de conflictos», añadió.
El estudio en detalle
Publicado en la revista Scientific Reports, el estudio se dividió en dos experimentos clave. En el primero, investigadores y 52 participantes realizaron videollamadas semiestructuradas para capturar reacciones y emociones naturales ante situaciones cotidianas.
Luego, los participantes grabaron videos con objetivos sociales específicos, como parecer amigables o mantener una discrepancia sin generar rechazo.
Estos videos fueron evaluados por 176 personas, quienes juzgaron la simpatía y legibilidad emocional de los participantes. Se utilizó el Facial Action Coding System (FACS) para medir la actividad muscular facial durante las interacciones.
En la segunda fase del estudio, se analizaron videollamadas no guionizadas entre 1.456 desconocidos, donde los participantes evaluaron mutuamente su simpatía post-interacción. Este experimento confirmó que las personas más expresivas no solo eran vistas como más agradables, sino que también se comunicaban de manera más efectiva, incluso en situaciones de conflicto.
La expresividad como herramienta de comunicación
«Este es el primer estudio a gran escala que examina la expresión facial en interacciones del mundo real», afirmó la Dra. Eithne Kavanagh. Según ella, las caras expresivas son más predecibles, lo que facilita la navegación y el fortalecimiento de las relaciones sociales.
El estudio también encontró que la expresividad facial está vinculada con la extroversión y la amabilidad, y curiosamente, también con el neuroticismo o inestabilidad emocional. Esto sugiere que, para algunos, las expresiones faciales pueden ser una estrategia para manejar la ansiedad social.
El valor evolutivo de las expresiones faciales
La profesora Bridget Waller, autora principal del estudio, sugiere que estos hallazgos podrían explicar por qué los humanos han desarrollado expresiones faciales más complejas que cualquier otra especie.
«Nos ayuda a crear vínculos más fuertes y a desenvolvernos mejor en el mundo social», afirmó.
¿Cómo saber si somos expresivos?
Kavanagh sugiere grabarse en video mientras se conversa con alguien y observar cuánto se mueven los músculos faciales en comparación con los demás. «Creemos que a la gente no se le da muy bien juzgar objetivamente su propia expresividad facial», señaló.
Este estudio no solo ilumina cómo nuestras caras pueden influir en la primera impresión, sino que también ofrece pistas sobre la evolución de las expresiones faciales humanas. Así que, la próxima vez que estés en una negociación o en una reunión social, recuerda: una simple sonrisa genuina podría ser tu mejor aliada.