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Las «voces en su cabeza» le hicieron ganar un premio y ahora lucha por la salud mental

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Michael Vargas Arango sufre de esquizofrenia pero eso no ha detenido sus pasos (Foto: BBC)

Michael Vargas Arango, un joven colombiano de 22 años desde chico escuchaba voces en su cabeza. Tras pasar por curas y psiquiatras ganó un premio contando su historia con la esquizofrenia, y hoy lucha por promover la salud mental.

El estudiante de psicología en Miami, Estados Unidos, ha vivido una experiencia que muchos a su alrededor consideraron un «don». Sin embargo, lo que parecía ser un regalo divino se convirtió en una pesadilla para él.

El don que se volvió una carga

«Algunas personas y ciertos lugares me producen energías malucas, muy malucas», cuenta Michael a BBC Mundo. Lo que otros interpretaron como un don especial, para Michael se transformó en algo mucho más oscuro. «Cuando tenía un bajón emocional, sentía como si hubiera una presencia, como si alguien me estuviera apuñalando la columna», relata.

En su momento más difícil, Michael intentó suicidarse. «Me tomé un tarro de pastillas y estoy vivo porque me vomité, la verdad», confiesa.

El diagnóstico y el estigma

Michael fue diagnosticado con un trastorno esquizoafectivo, una condición que combina síntomas de la esquizofrenia con trastornos del estado de ánimo, y un trastorno de personalidad emocionalmente inestable. Hoy, Michael lucha contra los estigmas que rodean a estas enfermedades mentales.

«Quiero tumbar los estigmas que la sociedad aún mantiene frente a los trastornos mentales y a términos como ‘esquizofrenia'», dice Michael. Estos estigmas, según él, pueden ser tan perjudiciales como la enfermedad misma.

Una niñez solitaria y la presencia de Felipe

Los primeros años de Michael transcurrieron en la Comuna 13 de Medellín, un barrio conocido por su violencia. Su niñez fue solitaria, marcada por juegos con su madre en la terraza mientras observaba a los niños jugar en la calle.

Desde temprana edad, su madre notó algo inusual en él. «Ella dice que me veía jugando ajedrez solo o Xbox solo», recuerda Michael. Pero él no estaba solo. Su amigo Felipe, a quien recuerda claramente, lo acompañaba. «Me acuerdo que siempre tenía la misma ropa», dice Michael, quien insiste en que estos recuerdos son tangibles, aunque para los demás pareciera que jugaba solo.

Preocupada, su madre lo llevó a un sacerdote para ver si estaba «poseído» o en contacto con espíritus.

Un cambio de vida y nuevas sensaciones

La vida de Michael mejoró cuando su familia se mudó a Envigado, un municipio más tranquilo. Allí pudo integrarse más con otros niños y disfrutar de actividades como el fútbol, la natación y el tenis de mesa. Sin embargo, las «sensaciones negativas» que percibía en ciertas personas y lugares se hicieron más evidentes.

«Yo me sentía físicamente enfermo en ciertos lugares, y cuando tenía un bajón emocional sentía como si esa presencia me estuviera apuñalando en la columna», explica Michael.

Además, comenzó a experimentar una desconexión entre sus acciones y sus recuerdos, lo que lo llevó a sentir que no era la única persona que controlaba su cuerpo. «Revisaba mi teléfono y veía conversaciones que había tenido, pero no las recordaba», comenta.

Tocar fondo y buscar ayuda

Las alucinaciones auditivas de Michael son más notorias cuando está bajo estrés. Escucha voces, pero la mayoría de las veces no puede entender lo que dicen. Aunque algunos podrían pensar que estas voces lo impulsaron a intentar suicidarse, Michael aclara que no fue así. «Las voces no estaban ahí en ese momento. La idea de suicidarme vino de pensar que estaba loco y que no podía contribuir a la sociedad», dice.

Después de tocar fondo, Michael buscó ayuda psiquiátrica y finalmente obtuvo un diagnóstico claro. «Cuando me di cuenta de que tenía esto, me pregunté, ‘¿y ahora qué hago?'», recuerda. Aprendió que la esquizofrenia tiene un componente genético y comenzó a entender mejor su historia familiar.

Luchando contra los prejuicios

Con el tiempo, Michael ha aprendido a llevar una vida normal. Estudia en Miami y tiene una relación sentimental estable. Sin embargo, aún enfrenta prejuicios, tanto de los demás como de él mismo. Una conversación con su pareja lo motivó a participar en el NPR Podcast Challenge, donde ganó con su testimonio titulado «Los monstruos que creamos».

En su podcast, Michael expone los prejuicios sobre la esquizofrenia y busca mostrar que, a pesar de su condición, es capaz de lograr grandes cosas. «El mensaje que trato de transmitir es que todo el mundo tiene problemas, pero aun así, puede lograr mucho. No hay que dejarse caer por lo que la gente piensa», concluye Michael.

Con información de BBC Mundo

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