Este jueves el líder de la oposición surcoreana, Lee Jae-Myung salió de la unidad de cuidados intensivos, y se recupera «favorablemente» de la operación luego de ser apuñalado en el cuello el pasado martes, así lo informó uno de los médicos que lo intervino.
«Lee se está recuperando sin problemas, pero requiere observación continua debido a la posibilidad de infecciones adicionales y complicaciones postoperatorias debido a la lesión que sufrió», explicó en rueda de prensa el doctor Min Seung-kee, de la unidad de cirugía vascular del Hospital Nacional de Seúl.
Lee sufrió una herida de aproximadamente 1,4 centímetros de largo en la parte izquierda del cuello que solo afectó a la yugular, pero no tuvo contacto con la arteria carótida o en las vías respiratorias
El ataque tuvo lugar el un acto público en la ciudad de Busan, cuando un hombre de 67 años se lanzó sobre el líder político y le clavó un cuchillo de unos 17 centímetros en el cuello.
Lee recorría las obras de construcción del Nuevo Aeropuerto de Gadeokdo cuando fue atacado mientras hablaba con una multitud de periodistas.
Lee fue socorrido en el acto para detener la hemorragia y luego fue trasladado en helicóptero a la capital surcoreana para ser intervenido.
El agresor, de apellido Kim, se acercó a Lee para pedirle un autógrafo antes de llevar a cabo el ataque con un cuchillo de 18 cm de largo comprado en línea, dijo la policía en una sesión informativa.
Kim fue detenido en el acto y le confesó a la policía que su intención era matar a Lee, aunque no se han ventilado las motivaciones exactas que lo movieron para cometer el delito.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, expresó su «profunda preocupación» por la seguridad de Lee tras el ataque, además subrayó que este tipo de violencia «no debe tolerarse bajo ninguna circunstancia» y ordenó a la policía que investigara rápidamente, según la oficina presidencial.