La recién estrenada primera ministra británica, Liz Truss, cambió el equipo del gobierno y presentó, según destaca la prensa local, “uno de los más diversos” gabinetes de la historia de ese país, pues en su mayoría son hijos de inmigrantes y mujeres.
Lo primero que llama la atención es que no hay hombres blancos en los principales cuatro cargos y sin los “tories” que apoyaron a Rishi Sunak –su contrincante para el puesto-en las primarias de la formación.
Truss nombró a una de sus mayores aliadas, Therese Coffey, como ministra de Salud y viceprimera ministra.
Coffey fue ministra de Trabajo y Pensiones bajo el mando de Johnson y estuvo muy involucrada en la campaña de las primarias de Truss.
Para la cartera de Hacienda, eligió a Kwasi Kwarteng, un británico de origen ghanés que se convierte en la primera persona de raza negra en ocupar el cargo.
Kwarteng ocupa el puesto de ministro de Hacienda en un momento en el que la economía británica está en declive, con altísimas facturas de gas y luz y una inflación que está en su nivel más alto en 40 años.
También hace historia James Cleverly, a quien Truss le encargó hacerse cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores. Su madre proviene de Sierra Leona y se convierte en la primera persona de de color en ocupar el puesto.
Por su parte, Suella Braverman, cuyos padres emigraron desde Kenia y Mauricio hace seis décadas, sucede a Priti Patel como la segunda ministra del Interior, proveniente de una minoría étnica.
Fuera de las carteras más importantes, la nueva primera ministra también eligió a Nadhim Zahawi, de origen iraquí, para llevar el Ministerio del Ducado de Lancaster, y a Kemi Badenoch, una mujer negra que llegó a estar entre los cuatro últimos candidatos de las primarias del Partido Conservador, como ministra de Comercio Internacional.
Entre quienes se mantienen en sus cargos se encuentra Ben Wallace en el ministerio de Defensa (desde 2019), Alok Sharma, en la ONU sobre Cambio Climático, Robert Buckland como ministro para Gales y Alister Jack, como ministro para Escocia.
El único aliado de Sunak en el gobierno de Truss es Michael Ellis, quien se convierte en fiscal general, en sustitución de la nueva ministra del Interior, Suella Braverman.
Uno de los nombramientos más controvertidos ha sido el de Jacob Rees-Mogg, escéptico del cambio climático a quien Truss ha elegido para que ocupe el cargo de ministro de Energía.